San Millán de la Cogolla, las primeras letras del castellano

  • Sus monasterios de Suso y Yuso son Patrimonio de la Humanidad.
  • Ambos son parte fundamental de la Ruta de la Lengua Castellana.
  • En Suso se escribieron las Glosas Emilianenses, donde aparecen las primeras notas escritas en castellano y euskera.
  • Pegado a la montaña, Suso es una joya de la arquitectura prerrománica.
En plena naturaleza, el Monasterio de San Millán de la Cogolla.
En plena naturaleza, el Monasterio de San Millán de la Cogolla.
En plena naturaleza, el Monasterio de San Millán de la Cogolla.

En La Rioja, al pie de la Sierra de la Demanda, se levanta San Millán de la Cogolla, parte importante de la historia de este país y del idioma castellano. De aquí salieron las primeras palabras escritas en lengua romance castellana. Por eso, entre otras razones, sus monasterios de Arriba y de Abajo, de Suso y Yuso, son Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

En la Edad Media, San Millán de la Cogolla –caserío riojano, convertido con el tiempo en el conjunto monástico– fue uno de los focos culturales más importantes del sur de Europa. Suso y Yuso son hoy parte fundamental de la Ruta de la Lengua Castellana, que les une con Santo Domingo de Silos, Valladolid o Salamanca, localidades que tuvieron un papel decisivo en la evolución del latín vulgar.

Pegada como un saliente a la ladera de la montaña, la abadía mozárabe de Suso fue la primera en construirse y dio lugar a los barrios de Barrionuevo y Prestiño, que envuelven el monasterio de Yuso. En esta joya de la arquitectura prerrománica se escribieron las Glosas Emilianenses, el primer diccionario enciclopédico de España. En su página 72 aparecen las primeras notas escritas en castellano y euskera.

Como rareza arquitectónica que es no hay que perder detalle del techo –con un bello arco de herradura mozárabe–, ni del mosaico del suelo, la alfombra de portalejo. Excavadas en la roca, las tres cuevas del cenobio primitivo transportan a los tiempos en los que San Millán habitó en ellas. De obligada visita también las tumbas de los siete infantes de Lara.

Menos extraordinario, el monasterio de Yuso alberga en su interior una de las bibliotecas más importantes y valiosas de España. Entre sus colecciones más atractivas, destaca la de los cantorales del siglo XVII, una treintena de libros gigantescos –entre 40 y 60 kilos–, hechos con la piel de dos mil vacas.

Antes de salir del apodado Escorial de la Rioja también hay que ver el claustro, la sacristía, la sala capitular benedictina y el Salón de los Reyes.

Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!

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