Hay que limpiarse los dientes… y también entre los dientes

  • El 40% de la superficie dental se encuentra entre los dientes.
  • Aunque sea un proceso lento y a veces doloroso, el uso de hilo dental es básico.
  • Es la segunda vía de prevención más importante de la caries y la gingivitis.
La dentadura de un hombre.
La dentadura de un hombre.
WIKIPEDIA/ David Shankbone
La dentadura de un hombre.

La higiene bucal debe estar dirigida al control y la eliminación de la placa dental. La higiene de nuestra boca se basa en el cepillado de los dientes, pero también en el uso del hilo o seda dental. Si solo cepillamos los dientes tan solo llegamos al 60% de la superficie total de nuestra dentadura. Este paso es básico en nuestra rutina diaria y es además la segunda vía de prevención más importante de la caries y la gingivitis.

Los restos de comida provocan un ambiente ideal para que crezcan bacterias en la boca que podría crear mal aliento y posibles infecciones en las encías y en los huesos. Sólo con el cepillado habitual de los dientes, sin aplicar ningún tipo de limpieza interdental, estaríamos dejando más de la mitad de la superficie dental expuesta a esta posibilidad de infecciones, y por tanto nuestro cuidado oral resulta insuficiente para tener una boca sana y con una buena apariencia.

"El 42% de las personas sabe que tiene que lavarse entre los dientes, es consciente de ello, pero en la práctica solo un 12% lo hace", afirma el doctor Germán Gómez, de la Sociedad Europea de Odontología Estética (European Society of Esthetic Dentistry, ESED).

De modo que hay que saber y actuar. Por ejemplo con el hilo dental, que juega un papel muy importante. Sin embargo, en ocasiones, al usuario le puede parecer un proceso lento y a veces doloroso, pues no controlamos bien la técnica para hacerlo.

Una rutina más, como el cepillado

Los dentistas nos recuerdan que la limpieza interdental debe formar parte indivisible de nuestra rutina a la hora de limpiar nuestros dientes. Y debemos romper algunos miedos sobre ello.

Las encías sangran cuando están inflamadas. Su apariencia es rojiza y al tocarlas, bien con el hilo dental o con otro dispositivo de limpieza interdental, pueden sangrar. Pero no hay que tener miedo al sangrado.

"Si hacemos algo para limpiarlas las estamos tocando y por tanto sangran. Si por este motivo dejamos de limpiarlos no sacamos de ahí las bacterias que causan esa inflamación. Si las dejamos ahí nunca podremos curarlo bien", advierte el doctor.

El uso del hilo dental requiere, es cierto, un cierto entrenamiento, pero su utilización resulta muy recomendable después de una gran comida. En cualquier caso, como mínimo conviene repasar el espacio entre los dientes con el hilo por las noches.

"En un principio es normal que sangre porque ni dominas la técnica del hilo dental y obviamente como no lo has hecho anteriormente, hay mucho que sacar y limpiar", afirma Gómez. Otra cosa es que el sangrado sea continuo durante muchas semanas. En ese caso habrá que visitar al dentista.

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