La nueva página web del Senado ha costado casi medio millón de euros y no es buena

  • Durante la última semana se ha generado una gran polémica debido al precio de la nueva página web del Senado, que ha costado 448.819,25 euros.
  • Los expertos consultados por '20minutos.es' coinciden en que el coste no es elevado para tratarse de una web oficial, pero señalan muchas carencias.
  • Todos coinciden en que era posible encontrar alternativas más baratas.
'Home' de la página web del Senado.
'Home' de la página web del Senado.
'Home' de la página web del Senado.

En plena crisis económica, con una política de austeridad que afecta a todos los sectores del país, los 448.819,25 euros que ha costado la nueva página web del Senado han levantado ampollas. La web fue presentada el pasado 6 de noviembre y su elevado coste —por el que preguntaron varios periodistas— fue justificado por el vicepresidente primero del Senado, Juan José Lucas, como una "inversión en democracia" de la que se sacará su máxima rentabilidad.

La antigua página web del Senado databa de 1997 y resultaba anacrónica, por lo que se consideraba necesaria una renovación, que no ha sido solo de diseño sino también tecnológica y organizativa. De esta tarea se han encargado las empresas Vass Consultoría de Sistemas, Grupo Corporativo GFI Informática e Ibermática, quienes han desarrollado respectivamente la renovación de la web (281.325 euros), el buscador (118.338 euros) y una sección para niños y jóvenes (49.156,25 euros).

El cambio del portal ha sido significativo y ahora ofrece multitud de posibilidades: emisiones en directo, descargas de vídeos, sección de protestas ciudadanas (con firma digital), potenciación de las redes sociales, visitas virtuales en 3D y multitud de datos. Pero, ¿justifica todo esto el precio de la página". Según los datos faciliatados por el Senado, en torno a la mitad del coste de la nueva web "corresponde a las licencias de uso del gestor de contenidos (Oracle UCM), a los elementos de infraestructura relacionados con la tramitación electrónica (Kinamik), a las licencias del buscador (Oracle SES) y a la compra de un nuevo servidor de aplicaciones (Oracle Weblogic)".

Es complicado determinar hasta qué punto resulta lógico este desembolso, ya que, según han explicado varios expertos a 20minutos.es, existe un amplio abanico de factores que afectan al precio final del desarrollo de una página web. Fernando, de NetBrain, una empresa riojana de diseño web, indica que "el valorar si es elevado o no, simplemente con ver la web y decir lo que nos ha costado, es un poco difícil. Están cuestiones técnicas que sería interesantes saber: sobre el buscador, cuántos documentos almacena, si han tenido que subir esos documentos uno a uno y clasificarlos o se han importado, temas como redacción de contenidos, reportajes fotográficos, vídeos, formación al personal para administración de la web, etcétera".

Fernando señala sin embargo que la sección dedicada a niños y jóvenes "tiene tecnología Flash, no accesible para personas con problemas, y hay una normativa que obliga a que todas las páginas realizadas con dinero público sean accesibles para todo el mundo. Si no estoy equivocado, no la cumple". Además, al igual que otros expertos consultados, señala la inexistencia de una versión móvil de la página.

"Con menos presupuesto se podía haber hecho algo más sencillo e igual de funcional cuyo objetivo final hubiese sido el mismo: informar sobre el Senado", sentencia el responsable de NetBrain. Alberto Ruiz Guerra, quien ha realizado trabajos de programación para varias empresas de consultoría, comparte esa idea. "Puede que la web del Senado no sea cara, pero desde luego podría ser más barata", asegura, mientras que muchos otros señalan que quizá este no era el mejor momento para la renovación de la web.

La empresa Kaleidos considera que la información que ha estado circulando sobre el tema "es sumamente amarillista". "Es perfectamente posible que una web del Senado con esos bloques cueste esto mismo", apuntan. "A priori, es incluso probable por nuestra experiencia que no haya sido nada rentable para las empresas participantes sacar el proyecto adelante", señala Pablo Ruiz Múzquiz, director ejecutivo de Kaleidos. "Dicho esto, hay "muchas posibles webs" del Senado por 437.000€. Los que han podido analizar la dermis del proyecto han sido rápidos en denunciar ausencia de buenas prácticas en su desarrollo técnico. Algunas quejas son un poco exageradas pero otras representan para mí la clave del potencial problema; la sostenibilidad del desarrollo", indica.

Según Múzquiz, "sorprendería más aún a la gente saber que esta misma web del Senado podría haber costado tres veces más en épocas de bonanza (pre puntocom, por ejemplo) y que otros muchos proyectos que merecen una cifra reciben un décimo de ésta con la excusa de la crisis". "Me temo que la polémica de la web del Senado pasará pronto a no interesar a la gente y cuando, un año después, se haya convertido en ese zombi difícil de mantener y extender, será cuando el veredicto no albergará duda alguna; el proyecto fue una equivocación, independientemente de su coste", concluye.

La demora en el estreno de la página, cuyo desarrollo previsto era de seis meses desde julio de 2011 pero que finalmente no se ha estrenado hasta el pasado 12 de noviembre, también puede haber encarecido el proyecto, según han explicado a 20minutos.es fuentes del sector. "El retraso puede haber tenido mucho que ver con el precio final. Hay que tener en cuenta que los desarrolladores que se encargan de la parte más visual, de la maquetación, cobran entre 30 y 40 euros a la hora mientras que los desarrolladores de cuestiones internas tales como bases de datos suelen cobrar entre 60 y 70 euros por hora", explica uno de los expertos consultados.

De una opinión parecida es Javier Ramírez, desarrollador de ASP Gems, quien considera que el precio de la web del Senado en principio no es excesivo pero sí resulta escandaloso cuando se observa el resultado, que califica de chapuza. Ramírez detalla en un amplio texto los motivos por los que considera que se ha hecho una mala inversión, señalando algunos fallos significativos (de código e indexación sobre todo) que no debería tener una web que ha costado casi medio millón de euros.

El lanzamiento de la página se ha ido retrasando hasta que los responsables han considerado que el resultado era satisfactorio. Sin embargo, en el mismo día en el que la web vio la luz, esta fue víctima de un llamativo fallo. Aunque inicialmente se pensó que la página había sido hackeada, en realidad no se produjo ningún ataque. Tan solo se detectó una vulnerabilidad que permitía a cualquier internauta escribir mensajes en la página web a través de la dirección URL. El portal quedó inaccesible en algunos momentos, aunque no está claro si fue por un ataque intencionado o por la afluencia masiva de usuarios que deseaban ver la página o explotar el citado fallo.

Este error fue aprovechado por los ciudadanos para manifestar su indignación con lo que muchos consideran un derroche innecesario. De este modo, se pudieron leer mensajes como "esta mierda cuesta 437.000 euros", "arriba las manos", "¿de verdad necesitamos todo esto?", "los senadores nos estafan" y otros similares.

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