Menorca, paraíso mediterráneo y tierra del Queso de Mahón

  • Mahón fue cartaginesa, romana, árabe, catalana y también inglesa y francesa.
  • Ciutadella, señorial, bulliciosa y monumental, está en la parte oeste de la isla.
  • El queso Mahón-Menorca es una intransferible carta de identidad de la isla.
Una paradisíaca cala de la isla de Menorca.
Una paradisíaca cala de la isla de Menorca.
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Una paradisíaca cala de la isla de Menorca.

La isla de Menorca se cruza en apenas una hora, ya que sus ciudades, a la vez puertos principales, Mahón y Ciutadella, situados en sus extremos, distan tan sólo 40 kilómetros. Recorrer esta maravillosa isla, de poderosa personalidad, es compartir su sosiego y su calidad de vida.

A Mahón es recomendable llegar por mar y, como tantas otras urbes mediterráneas, se ha ido construyendo en torno a su puerto, cuya bahía tiene 5,5 kilómetros de longitud, en el que se alzan cuatro islotes. Junio, Julio, Agosto y Mahón, los mejores puertos del Mediterráneo son, es la célebre frase acuñada por Andrea Doria, almirante genovés medieval.

Mahón es además la  gran evidencia de que los pueblos son una suma de historias: fue cartaginesa, romana, árabe, catalana y también inglesa y francesa, a lo largo de los siglos. Sus calles, su habla, sus costumbres y sus comidas retienen rasgos de esta intensa y larga crónica de ocupaciones foráneas, especialmente la británica del siglo XVIII. En medio del puerto se encuentra la denominada Illa del Rei, donde desembarcó Alfonso III cuando la isla estaba ocupada por los musulmanes. En ella puede verse un viejo hospital militar construido durante la ocupación inglesa.

El Parque Natural de la Albufera

Próximo a la bocana está el islote del Lazareto, levantado por orden del conde de Floridablanca, ministro del rey Carlos III, para la cuarentena de las tripulaciones que podían traer infecciones a Menorca. Desde Mahón se continúa hacia el Parque Natural de la Albufera des Grau, una de las zonas más protegidas de Europa, y también puede tomarse un desvío señalizado hacia el sur para detenerse en la playa de Son Bou. Allí se conservan los restos de una basílica paleocristiana del siglo VI.

La llanura que se atraviesa para dirigirse a Ciutadella por la Me-1 se rompe con el Monte Toro, de 350 metros, el punto más alto de la isla. Su mirador ofrece vistas inolvidables. El azul intenso del cielo, difícil de encontrar en otras latitudes, acompaña en el viaje, teniendo los caballos y las vacas una presencia constante en una isla tan pequeña, cubierta de verde gran parte del año. Esto es debido a que el viento arrastra gotas ínfimas del mar que riegan los campos.

En Es Mercadal, a medio camino hacia Ciutadella, se encuentra una obra importante de la ocupación británica: un gran aljibe de 1736 que recoge las lluvias a través de  canalizaciones y que tenía como finalidad abastecer a las tropas.

Entre Ferreries, la siguente localidad de la ruta, y Ciutadella puede observarse cómo se hacen evidentes las huellas de su pasado. Allí es imprescindible visitar la Naveta des Tudons, un monumento funerario en forma de nave invertida, que es de los monumentos prehistóricos más importantes de la isla.

Finalmente se llega a Ciutadella, ciudad señorial, bulliciosa y monumental, situada en la parte oeste de la isla. Todo es interesante y está al alcance de la mano en este pequeño paraíso del Mediterráneo llamado Menorca.

Rincón del queso Mahón-Menorca

El queso Mahón-Menorca es una intransferible carta de identidad de la isla. Su textura remite a la rusticidad y profundidad de la masa, proveniente de leche cruda recién ordeñada de vacas selectas autóctonas y, sobre todo, de la raza frisona.

El moldeado se realiza embolsando la cuajada en un lienzo de algodón llamado fogasser; colocado luego sobre una mesa, se procede a eliminar el suero, ligándolo con un cordel llamado lligam. Después de prensarlo se introduce en salmuera y, posteriormente, se orea y ventila, comenzando el desarrollo de la flora superficial, pasando más adelante a las cavas de maduración.

Su composición nutricional depende del grado de maduración. En general, 100 gr. suponen 411 kcal. (27% proteínas y 32% grasa).  Una ración aporta más del 50% de las ingestas recomendadas diarias de calcio. Es fuente de fósforo, potasio, magnesio y vitamina A.

Lo que tienes que saber...

  • Productos de la zona
    El queso y el gin (ginebra), la caldereta de langosta y otros platos de pescado más asequibles, forman parte del éxito gastronómico-turístico de la isla. En Ciutadella, Fornells y Port de Mahón la caldereta la sirven según recetas trasmitidas y conservadas de generación en generación.
  • Qué comprar
    Las rústicas albarcas de payés,  nacidas del reciclaje de neumáticos y dos tiras de piel, han logrado ser el recuerdo utilitario y simbólico de la isla. Como artesanía destaca la cerámica popular.
  • Mejor época para hacer la ruta
    Cualquier tiempo es bueno para disfrutar del intenso azul del mar y del cielo de la isla. Recorrerla en cualquier estación y disfrutar de sus gentes y gastronomía es inolvidable.
  • Fiestas
    El caballo es el protagonista de las fiestas de Ciutadella, el 24 de junio, San Juan. Los jinetes, señores, amos, payeses o curas, desfilan en frac y los caballos, saltan entre las gentes. Mahón celebra el 8 de septiembre la Virgen de Gracia.
  • Sorpresa
    Cerca de Mahón hay un lugar verdaderamente excepcional: se trata del Parque Natural de la Albufera des Grau, un espacio sin huellas del hombre ni de sus construcciones, de alrededor de 70 hectáreas, que ha sido declarado Reserva de la Biosfera.
  • Visita obligada
    La Mola, fortaleza de Isabel II, construida entre los años 1850 y 1875, está en uno de los parajes más bellos y, a la vez, más estratégicos de la isla, la bocana del puerto de Mahón. Es uno de los mejores ejemplos de arquitectura militar del siglo XIX. Este fuerte fue antes un castillo inglés.
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