El experimento español 'Super Train Me', un 'Super Size Me' al que se le elimina el sedentarismo

David Moronta lleva prácticamente un mes ingiriendo el doble de calorías diarias de las que debería, alrededor de unas 4.000, únicamente a base de hamburguesas, refrescos, patatas fritas, helados...

No es un glotón. Su descabellada dieta forma parte de un proyecto ideado por un grupo de estudiantes de segundo de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte de la Universidad de Castilla-La Mancha, que se han propuesto grabar un contra-documental de la famosa película Super Size Me —algo así como Super Engórdame—, una cinta que revolucionó la industria alimentaria en Estados Unidos y que estuvo nominada al Oscar como Mejor Documental en 2004.

En febrero de 2003, el cineasta norteamericano Morgan Spurlock pasó 30 días comiendo exclusivamente super menús de McDonalds. En un mes engordó 11 kilos —que tardó 14 meses en perder—, experimentó cambios de humor, disfunción sexual y daños en el hígado. Sin embargo, "Spurlock no se movía, no hacía nada de ejercicio", explica Asier Mañas, uno de los integrantes del proyecto Super Train Me (Super Entréname).

"La idea surgió en clase de nutrición, vimos el documental y pensamos que podríamos hacer lo mismo, las mismas reglas, pero introduciendo ejercicio físico para medir la influencia del deporte", cuenta Mañas.

Prepararon un riguroso programa de entrenamiento diario deportivo y se han rodeado de especialistas médicos para seguir al detalle la evolución sujeto experimental: profesores, médicos, nutricionistas, enfermeros y cámaras colaboran con ellos.

David, el conejillo de indias de Super Train Me, es el mayor del grupo de universitarios. Tiene 36 años y compite a nivel mundial en la modalidad de judo kata, "le elegimos a él porque su edad es similar a la del protagonista de la película y además porque, como deportista, su organismo está más acostumbrado a este tipo de dietas con mucha proteína, su perfil físico era el más adecuado para el proyecto".

Desde el seis de junio David desayuna, almuerza, come, merienda y cena en McDonalds. Entre una comida y otra apenas hay tres horas de diferencia. Como Morgan Spurlock, el "sujeto experimental" de Super Train Me está obligado a probar todo lo que le ofrezcan del tamaño que se lo ofrezcan, no se puede saltar una sola comida y no puede dejar nada en el plato, nunca. Por su edad debería ingerir alrededor de 1.900 calorías al día, pero come unas 4.000, más de doble".

Sin embargo, en su día a día y a diferencia de Spurlock,  puede hacer deporte para compensar la avalancha de grasas y azúcares que se mete a diario en el cuerpo. Entrena un total de dos horas a la semana, media hora al día durante cuatro días. Además hay un quinto día en el que solo hace estiramientos, también durante media hora.

David confiesa que en los tres en los que no hay actividad física intensa programada opta por hacer "descanso activo": pasear, salir a bailar, hacer actividades domésticas o forzarse a ir caminando a por la comida, "ir a pie a por las hamburguesas me ayuda una barbaridad", comenta riendo.

A nivel de control sanitario, le han realizado varias pruebas a David para llevar a cabo un seguimiento de los patrones funcionales y determinaciones de tensión arterial, electrocardiograma, peso y talla, analíticas, entre otros.

"Hacemos tres pruebas a nivel físico, metabólico y psicológico-emocional: un pretest, un test intermedio el día 15 del mes y otro al final para comparar los resultados. Spurlock ganó 11 kilos en un mes, nosotros no tenemos aún los valores finales pero los resultados no están siendo ni cercanos a los suyos, así que parece que el deporte ya está haciendo su trabajo", explica Asier.

Prefieren no comentar nada respecto a los resultados —quieren mantener la expectación hasta que el documental sea una realidad— sin embargo, David adelanta que la peor parte está siendo la psicológica.

"Tendremos que esperar a las últimas analíticas de sangre para ver cómo han evolucionado los niveles de grasa, sal, azúcar, nutrientes...pero no me duele la cabeza ni el estómago, duermo bien  y no siento malestar físico", adelanta el chico del sacrificio.

"Lo que peor llevo es la ausencia de variedad, no poder comer otra cosa, y especialmente tener que forzarme a terminármelo todo, acabo harto", comenta mientras explica haber perdido el apetito.

Más allá de la parte de reality, que sigue a diario la dieta y el entrenamiento del David, el documental Super Train Me incluirá información sobre salud física, obesidad, importancia del ejercicio físico en la vida de las personas, hábitos de vida saludables, dieta, entrenamiento y consejos.

"La sociedad española es muy sedentaria. La gente se centra en la comida y en cremas para adelgazar, todo lo que no conlleva esfuerzo, pero comer sano no es suficiente, y en realidad con poco tiempo de ejercicio podemos conseguir mucho más que controlando con lupa las calorías".

La prueba —explica Asier— es que "nadie come así, lo que él está haciendo es un proceso de ocho años concentrado en un mes, y tan solo entrenando media hora al día cuatro veces por semana podemos coseguir que a David no le pase nada grave".

Al igual que en la película, los cuatro jóvenes están grabando en Toledo un documental de 30 días de duración, que no verá la luz hasta la primavera de 2013. Mientras tanto, actualizan el día a día del proyecto en las redes sociales.

"Comenzamos el 6 de junio y terminamos el 6 de julio, luego lo anunciaremos públicamente en una jornada de concienciación. El documental es solo el gancho para llamar la atención de la gente, nuestro verdadero objetivo es cambiar el modo de pensar de la gente, hacerles entender que el deporte es vital para la salud física y mental".

Según explica Asier, responsable de entrenamientos y nutrición de Super Train Me, con un ejercicio diario básico planificado se pueden contrarrestar los efectos de una dieta excesivamente calórica. "Buscamos demostrar que el incremento de peso a partir de la ingesta exclusiva de comida rápida puede frenarse realizando un adecuando programa de entrenamiento deportivo".

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Colegio Americano de Medicina del Deporte recomiendan un mínimo de 30 minutos de actividad física moderada al día para estar sanos: el mínimo que todos deberíamos cumplir con independencia de la edad o la dieta que sigamos.

¿Qué significa moderada? "Si no tenemos un pulsómetro o algo para medir la intensidad de la actividad que estamos realizando se puede medir por ejemplo con el habla. Si nos cuesta hablar al andar o al correr es que estamos realizando una actividad física moderada y esos 30 minutos se deben cumplir hasta el final", explica Asier.