[littlesecretfilm] 'La lava en los labios': Psicoanálisis fílmico y detectives infantiles

La nueva etapa del proyecto littlesecretfilm en colaboración con Calle 13 estrena cada mes en el canal un largometraje producido al amparo del decálogo (con algunas modificaciones, como la predilección por el suspense, el thriller o el terror) que después pasa a estar disponible para su visión online. Así hasta un total de 13 películas. Después de #RealMovie (Pablo Maqueda), Nunca he estado en Poughkeepsie (Ángel Sala), Estado de regresión (Álex Mendíbil) y Uranes (Chema García Ibarra), el próximo lunes 25 de noviembre (23:55 h.) se emitirá la quinta película: La lava en los labios, el segundo largometraje dirigido por el crítico de cine Jordi Costa, que ya participó a principios de año en la anterior remesa de littlesecretfilms con Piccolo Grande Amore.

Frente a la elogiable rotundidad conceptual y espacial de aquel sugerente homenaje preapocalíptico a la canción italiana y el manierismo sentimental, La lava en los labios sigue un camino mucho más abierto, lleno de puntos de fuga y apuestas por tensar las restricciones presupuestarias y de horas de rodaje del proyecto con dos líneas narrativas de largo recorrido y gran cantidad de localizaciones. María José Gil interpreta a Bonita Sepúlveda, una psicoterapeuta obsesionada con la detective infantil Nancy Drew que vive una experiencia traumática y regresiva durante la proyección de una película de la (ficticia) directora de culto Adriana Duval (encarnada por Ana Bettschen). Eso la llevará a formar una imposible y naíf pareja detectivesca con la bailaora y actriz Eva la Jazmina (Eva Marciel) para descubrir si su padre, un afamado crítico de cine ya fallecido, guardaba algún secreto relacionado con la famosa cineasta.

Aunque los nombres de los personajes y su forma de relacionarse llevan a pensar en los melodramas alambicados de Almodóvar, la película sigue un camino propio y ya reconocible en el Costa cineasta. Así, destierra la racionalidad y, con una lógica de impulsos más fantásticos que inconscientes, pone todo en juego para llegar a un enfrentamiento final entre dos personajes absorbidos por la pasión de sus propias ficciones: Bonita y Adriana. Hasta el clímax irreal y afín a la estructura de un relato detectivesco (incluida revelación sorpresa folletinesca sobre el personaje de Eva Llorach), la película va soltando hallazgos poderosos, como el baile flamenco sobre cristales, que demuestran una gran ebullición de ideas en el director y su equipo (ese travelling temporal a lo Resnais en Las malas hierbas, otro melodrama colorista donde los personajes viven angustiados en un mundo de ficciones cinematográficas), muchas veces superpuestas a los medios técnicos para llevarlas a cabo (narración por encima de meticulosidad) o a la disposición del espectador para conectar con la precisa frecuencia referencial de la película (en esto, cada uno tiene sus educaciones sentimentales, supongo).

En lo que vuelve a no haber carencias es entre el elenco de actrices, la mayoría ya presentes en Piccolo Grande Amore, con la incorporación de Belén Riquelme y Rocío León como ausencia muda, vampírica y soledadmirandesca. Aunque lo mejor de La lava en los labios quizás sean las ganas que deja de adentrarse en la filmografía de esa mezcla de Jess Franco y Jean Rollin con chute de megalomanía esotérica que parece ser la tal Duval, la sensatez me impide sugerir embolaos a lo Machete. Así que me quedo con la hipnótica y sensual importancia que vuelve a dar Costa a la canción (italiana) como recipiente y catalizador de pasiones desbordadas y abrasivas como lava caliente.

La lava en los labios se estrena el lunes 25 de noviembre en Calle 13 (23:55 h.), al día siguiente podrá verse en YOMVI Canal+ y a partir del 2 de diciembre de forma gratuita en calle13.es

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