Los Mundiales pueden ser puntos de inflexión en las costumbres tecnológicas españolas: si el localísimo Mundial 82 fue el evento que todo el mundo quería grabar, y por eso compraron vídeos, 24 años después son las teles planas y los decodificadores TDT los que se llevan la palma.
El televisor más comprado en este momento en España es plano, alargado y de 32 pulgadas. Así son casi un tercio del total de televisores planos vendidos. Y no es que sea económico, pues ronda los 1.500 euros, según Ciberpaís.
El mismo suplemento informa que en 2005 se vendieron 900.000 televisores LCD y 150.000 de plasma (unos 1.050.000 televisores planos) frente a 2,3 millones de tubo, los de toda la vida.
De todos modos, la calidad de la imagen de las pantallas planas hoy en día no supera a la tele de tubo. Por eso, el consumidor se ve atraido por el diseño y la búsqueda de destacarse frente a vecinos o amigos.
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