"Faltaban lesbianas en el plató": contra las escenas de sexo de 'El azul es un color cálido'

La película ganadora de la Palma de Oro en Cannes fue alabada por la crítica, pero Julie Maroh, la autora del cómic que adapta, no está de acuerdo con las escenas sexuales. Por CINEMANÍA
"Faltaban lesbianas en el plató": contra las escenas de sexo de 'El azul es un color cálido'
"Faltaban lesbianas en el plató": contra las escenas de sexo de 'El azul es un color cálido'
"Faltaban lesbianas en el plató": contra las escenas de sexo de 'El azul es un color cálido'

Cuando el Jurado del Festival de Cannes, este año presidido por Steven Spielberg, decidió darle el máximo galardón de la Palma de Oro a El azul es un color cálido, la película dirigida por Abdellatif Kechiche (cuyo título original francés es La vie d'Adèle, pero en España se estrenará recuperando el del cómic en el que está basada), todo fueron reacciones de júbilo entre la crítica internacional. La película protagonizada por Adèle Exarchopoulos y Léa Seydoux (quienes también fueron reconocidas expresamente por el Jurado como destinatarias de la Palma de Oro) se había convertido en la gran favorita de la mayoría de la crítica a lo largo del festival, por lo que la decisión fue aplaudida con fruición: la película más querida del festival se llevaba el máximo premio.

Pero no todo el mundo está tan contento con El azul es un color cálido como parecía. ¿Quizás sus explícitas secuencias de sexo homosexual entre las dos protagonistas, al parecer filmadas con gran naturalidad e intimidad por Kechiche (según nuestro cronista, sería "la mejor película de lesbianas jamás rodada") han supuesto problemas para alguna asociación conservadora o puritana? Es previsible que eso suceda, pero la primera persona en manifestarse públicamente contra dichas escenas carnales ha sido alguien mucho más inesperado: Julie Maroh, la autora de la novela gráfica original publicada en 2010 en la que está basado el filme. La historietista francesa, que empezó a escribir y dibujar el cómic con 19 años, ha publicado un texto en su blog donde comenta sus impresiones sobre la galardonada película de Kechiche.

Para mí, esta adaptación es otra versión/visión/realidad de la misma historia. Una no puede suprimir a la otra. (...) Es una película claramente kechichiana, con personajes típicos de su obra. Por lo tanto, la personalidad de su heroína está lejos de la mía. Pero lo que ha desarrollado es coherente, justificado y fluido. Es una jugada maestra.

Después de aclarar que, desde el principio y su primera reunión con el director, estaba claro que la película estaría "muy libremente inspirada" en el cómic y que ella no quería participar en el proceso, Maroh aborda el tan comentado contenido sexual del filme:

Creo que Kechiche y yo tenemos aproximaciones estéticas contradictorias, posiblemente complementarias. El modo en que decidió rodar esas escenas [de sexo] es coherente con el resto de su obra. Pero claro, para mí resultan muy alejadas de mi propio método de creación y representación; aunque sería tonto por mi parte rechazar algo con el pretexto de que es distinto de mi propia visión.

Eso lo digo como escritora. Ahora, como lesbiana... Me parece que eso es lo que faltaba en el plató: lesbianas. Desconozco las fuentes de información del director y las actrices (que son hetero, por lo que yo sé) y a mí nunca se me consultó. Quizás había alguien imitando de forma rara las posibles posturas con las manos o enseñándoles algo de pornografía de supuestas lesbianas (por desgracia, es muy difícil de encontrar de verdad). Porque, salvo en algunas secuencias, esto fue lo que me pareció: un escaparate brutal y quirúrgico, exuberante y frío de supuesto sexo entre lesbianas, que se convirtió en porno y me hizo sentir mal de inmediato. Sobre todo cuando, en medio del cine, todo el mundo estaba riéndose nerviosamente. Los heteronormativos se reían porque no la entendían y encontraban la escena ridícula. Los gays se reían porque no era en absoluto convincente y la encontraban ridícula. Y entre las únicas personas que no se oía reír estaban posiblemente los tíos demasiado ocupados pegándose un festín visual con la encarnación de sus fantasías en la pantalla.

Comprendo la voluntad de Kechiche de filmar el placer. Para mí, la forma en que filmó esas escenas está directamente relacionada con otra secuencia, donde varios personajes hablan sobre el mito del orgasmo femenino como... algo místico y muy superior al masculino. Allá vamos, a sacralizar una vez más la femineidad de esa manera. Me parece peligroso.

Como una espectadora feminista y lesbiana, no puedo apoyar la dirección que Kechiche tomó en esas materias. Pero también espero escuchar lo que piensan otras mujeres. Esta es sólo mi postura personal.

Por nuestra parte, aunque en Cannes se compraron los derechos de distribución de El azul es un color cálido en España, todavía estamos a la espera de que se anuncie una fecha de estreno.

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