El 'efecto Bono': se triplican los trasplantes capilares para corregir la calvicie

  • Cada año se realizan alrededor de 250.000 trasplantes en todo el mundo.
  • En España, un 70% son hombres y el porcentaje de mujeres aumenta hasta el 30%.
  • En tres meses el pelo empieza a crecer y en un año hay resultado efectivo.
El presidente del Congreso, José Bono.
El presidente del Congreso, José Bono.
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El presidente del Congreso, José Bono.

Cada año se realizan alrededor de 250.000 trasplantes capilares en todo el mundo, según los datos publicados por la International Society of Hair Restoration Surgery. En el caso de España se ha triplicado en los últimos años su uso tanto entre hombres como en mujeres, y el 93 por ciento de ellos se realizan en el cuero cabelludo para corregir la falta de pelo.

"Casi el 93 por ciento de los microinjertos capilares se realizan en el cuero cabelludo, pero se ha experimentado una tendencia al alza de la aplicación de estos procedimientos en otras partes del cuerpo", explica el doctor Víctor Salagaray.

Este especialista achaca el aumento al 'efecto Bono', un caso que saltó a la prensa en 2009, después de que se especulara que el actual presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, se había realizado este tratamiento.

En general, se trata de una intervención que se realiza sobre todo en población masculina, aunque cada vez son más las mujeres que lo solicitan. En 2009, era un 86 por ciento de hombres los que llegaban solicitando una intervención de microinjerto. Actualmente, esa cifra se ha visto reducida a un 70 por ciento aproximadamente, y el número de mujeres que la solicitan ha aumentado hasta casi un 30 por ciento.

Los hombres van antes

Respecto al perfil, en el caso de los hombres, el 92 por ciento que solicitan la intervención son menores de 54 años, repartiéndose por igual esta cifra entre los mayores de 18 y los mayores de 35 años. Las mujeres que se someten a este tipo de cirugía suelen ser, en un 67%, mayores de 35 años.

En su opinión, las diferencias se deben a que "los hombres ahora se cuidan más, quieren prevenir la caída antes, y en cuanto empiezan a notar una pérdida de pelo importante acuden; la mujer, por el contrario, aguanta más porque el patrón de caída hace menos evidente la falta de pelo".

Por áreas, tras el cuero cabelludo, se encuentran las cejas (3,4%), el área facial, bigote, barba y patillas (1,5%), el área púbica (0,4%) y el tórax (0,2%). "En los casos de cejas, patillas y bigotes, que se hacen mucho, suele ser para eliminar pequeñas cicatrices donde ya no sale pelo", explica.

El trasplante es un procedimiento quirúrgico indoloro y definitivo que permite recuperar el propio cabello de cada individuo. Especialmente indicado para aquellos casos en los que los tratamientos cosméticos o médicos no se aplicaron a tiempo o no fueron lo suficientemente relevantes.

Microinjerto: autodonación

El microinjerto es un proceso de "autodonación", quitando el pelo de áreas que genéticamente están a salvo de pérdida de cabello para rellenar las áreas donde el cabello ha caído y continúa haciéndolo. El pelo se injerta respetando el mismo ángulo o dirección del cabello original consiguiendo un aspecto natural y estéticamente perfecto.

Esta intervención se lleva a cabo con anestesia local y el postoperatorio se realiza en casa. En este momento hay dos técnicas: la de FUE, en la que se saca cada unidad folicular de una a una, y la del 'Strip' que recoge un más de una raíz en una tira de piel.

En tres meses ese pelo empezará a crecer, en seis en tendrá un resultado parcial evidente, y sobre los nueve meses o un año para ver un resultado efectivo. Asimismo, el médico señala que el paciente puede necesitar varias intervenciones, y, previamente a la intervención, añade, es necesario un buen diagnóstico que "confirme que se puede operar, porque no todas las alopecias son operables".

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