Pablo Alonso, fotógrafo de arpem.com, me recibe con el coche ya preparado: un Škoda Kodiaq que ocupa gran parte del estudio destinado para hacer fotografías a los coches que prueban en ese medio de comunicación y en km77.com. El lugar es diáfano y blanco, incluido el techo, aunque hay una parte que está pintado en negro para que no rebote tanta luz. Es muy importante que el estudio esté limpio ya que cualquier tono distinto al blanco se notará en las fotos finales y habrá que retocarlas posteriormente en Photoshop, que es el programa de edición de fotos que utiliza Pablo.
JESÚS DOMÍNGUEZPara hacer las fotos en estudio Pablo utiliza una Canon 70 D. Normalmente utiliza un objetivo 17-55 mm. También tiene un objetivo 10-18 mm al que también recurre sobre todo para los coches pequeños, cuando quiere utilizar un gran angular. En la parte superior de la cámara tiene un disparador remoto inalámbrico para flash.
JESÚS DOMÍNGUEZEn una fotografía de estudio los flashes son fundamentales. En el caso de los coches, Pablo suele utilizar 5 flashes: dos de 650 W para el relleno del fondo del vehículo y tres de 1.000 W para fotografiar el interior y exterior del vehículo. Todos ellos sincronizados con el disparador remoto inalámbrico que lleva la cámara.
JESÚS DOMÍNGUEZCuando los redactores recogen un coche de prensa y se lo entregan a Pablo -a veces también recoge él los coches-, normalmente el vehículo viene limpio del concesionario donde se ha recogido. Sin embargo, limpio no quiere decir impoluto. Y para hacer fotos de estudio, cualquier mota de polvo se nota. Por eso, gran parte del trabajo previo de Pablo consiste en limpiar de forma detallada cada hueco y elemento del vehículo. En la imagen se aprecia que, aunque no lo veamos a simple vista cuando no hay suficiente luz, "el polvo siempre está ahí y hay que limpiarlo para que en la foto no salga o si no toca eliminarlo posteriormente en Photoshop", hecho que le lleva bastante tiempo al fotógrafo de Arpem.
JESÚS DOMÍNGUEZCuando la tapicería del coche es negra, para Pablo significa que se tiene que esmerar todavía más en limpiar el coche, incluso hasta en los lugares donde en teoría no se van a ver. Para limpiar, el fotógrafo utiliza diferentes productos químicos, una aspiradora y hasta un compresor de aire para eliminar cualquier resquicio de polvo. Posteriormente, comprueba con una linterna si está todo limpio. Si no lo está, repite el proceso las veces que hagan falta hasta que el coche esté impoluto. Di fe de ello cuando asistí a la sesión: Pablo fue muy meticuloso con la limpieza en ciertas zonas del coche.
JESÚS DOMÍNGUEZAntes de colocar cualquier elemento para hacer las fotos, Pablo analiza el coche, sus formas, cuántas ventana tiene, dónde están, por dónde es mejor meter los flashes... Eso requiere una planificación que se apunta en un cuaderno. Posteriormente, llega la preparación de cada flash, que al igual que a la hora de limpiar el vehículo, requiere su tiempo. Ser fotógrafo de coches en estudio es una profesión no apta para aquellos que no sean meticulosos y pacientes.
JESÚS DOMÍNGUEZEn el caso de este Kodiaq, tenía un techo panorámico, hecho que aprovechó Pablo para meter un flash desde la parte superior del coche para que iluminase de forma uniforme el interior del vehículo.
JESÚS DOMÍNGUEZ"Si alguna vez tengo hijos, ya tengo bien aprendido cómo poner sillitas de bebé", asegura Pablo. Algunas de las fotos que "tira" este fotógrafo requieren la previa colocación de sillas infantiles. También se necesita un tiempo de preparación, pero Pablo cada vez está más acostumbrado a colocarlas para hacer las fotos pertinentes.
JESÚS DOMÍNGUEZA la hora de hacer las fotos, Pablo analiza bien el ángulo desde el que va a capturar las imágenes. No siempre es fácil y cualquier hueco vale para hacer la fotografía si luego el resultado es el óptimo.
JESÚS DOMÍNGUEZPablo coloca en todos los coches el respaldo del asiento a la misma distancia (1 metro) con respecto a los pedales. Así en las fotos hay una referencia real de cada coche y sus dimensiones. Dedica el tiempo que sea necesario hasta que el asiento esté exactamente en la medida que él quiere.
JESÚS DOMÍNGUEZEn cada sesión Pablo hace unos 500 disparos. De esos, de media solo 50 fotos serán las que se muestren en la web.
JESÚS DOMÍNGUEZPara tomar algunas fotos, Pablo tiene que adaptarse a las posibilidades del coche y colocar la cámara lo más estable posible. Gracias a que tiene un disparador automático puede hacer fotos tan complicadas como esta. Si no, tendría que acceder al maletero del vehículo y hacer la foto desde ahí de forma manual.
JESÚS DOMÍNGUEZCon esta esterilla roja ubicada encima de los asientos traseros abatidos fotografía la referencia del ángulo de inclinación de los asientos.
JESÚS DOMÍNGUEZPara preparar un coche, Pablo dedica 1 hora entre limpieza y colocación de luces. Posteriormente, dedica otras 5 horas exclusivamente a fotografiar cada detalle que observa. Por eso, al final Pablo necesita ser muy detallista y conocer los vehículos que fotografía, para poder analizar si un objeto u otro del vehículo tiene algo novedoso o algo que merezca la pena captar más allá de las fotos estándar que hace para todos los coches.
JESÚS DOMÍNGUEZAl contrario de lo que pueda parecer, el fotógrafo de estudio está en continuo movimiento. Esto implica que Pablo me reconoce al final de la sesión que acaba algunas veces cansado y que en ocasiones acaba con la espalda dolorida. "A veces tenemos que mover los asientos para hacer las fotos y algunos pesan bastante", me explica. Además, desde mi observación en el estudio, no es un trabajo en el que se esté cómodamente sentado sino que tienes que estar durante muchas horas en malas posturas o de pie aguantando el peso de la cámara, que es de unos 800 gramos.
JESÚS DOMÍNGUEZ