Estos cerditos te robarán el corazón
Cuando los vio por primera vez, Elizaveta pensó que serían pequeños para siempre... Pero resulta que Napoleón y Josefina nunca fueron realmente cerdos. Eso no importa, porque así hay más donde querer.
Cuando los vio por primera vez, Elizaveta pensó que serían pequeños para siempre... Pero resulta que Napoleón y Josefina nunca fueron realmente cerdos. Eso no importa, porque así hay más donde querer.