Todo preparado. Últimas instrucciones y la nave despega con éxito. De momento misión cumplida. Se eleva a gran velocidad hasta los 10 kilómetros de altura, pero ahí la cosa empieza a torcerse. Da la media vuelta y al aterrizar se produce la explosión. Se repite la historia. Hace tan sólo un mes la nave corría la misma suerte. Son sólo pruebas, pero la intención es llenar esta nave de turistas. Unos cien para ser exactos.

De momento, solo los profesionales han podido conocer de cerca los misterios del universo. Ahora, la compañía SpaceX va un paso más allá. A finales de año enviará a los 4 primeros civiles al espacio. Será un paseo por la órbita de la Tierra. Y los asientos ya tienen dueño. Un multimillonario, los ha comprado todos para él y otros 3 afortunados. Habrá que esperar para saber quién se atreve a acompañarle en la aventura.