Rastreadores: la primera línea en la batalla contra el rebrote de la Covid-19

Sentados frente a un ordenador y con un teléfono permanentemente en la mano. Así trabajan, en una pequeña sala de un centro de salud, tres de los rastreados de la Comunidad de Madrid en busca de los contactos que han tenido los casos confirmados de Covid-19.

​En tiempos los del big-data y de la hiperconectividad, estos trabajadores sanitarios emplean un método netamente analógico que, a pesar de todo, es el más efectivo en la labor de mantener a raya la pandemia y evitar a todas costa que nuevos brotes hagan que se pierda el control sobre la misma.