"El primer baño del año", cuánto gusta decir eso. Vacaciones, playa, mar, bañito y... ¡pulpo! Un cefalópodo juguetón buscaba cariño, y decidió que darle un abrazo a este bañista sería una gran idea. Es posible, solo posible, que el hombre no pensase lo mismo, ya que el esfuerzo físico que iba a utilizar en su travesía marina lo tuvo que utilizar en intentar despegar al animal de su espalda.