Contratos engañosos, sueldos míseros en algún caso y un alojamiento por el que pagan y que encontraron en pésimas condiciones. Son las denuncias de los casi quinientos jóvenes que se fueron a Holanda animados por las ofertas de las ETT y acabaron denunciando su situación ante la embajada española en Holanda. Manuel, Luis e Ignacio nos cuentan su caso. Manuel descubrió al llegar que no le pagaban lo acordado y que el sueldo apenas le daba para subsistir. A los tres les alojaron en un camping, en algún caso a sesenta kilómetros del lugar de trabajo. Esta situación no es nueva, lleva ocurriendo ya un par de años. De hecho la Fundación Uno de Mayo, de CCOO, elaboró un amplio estudio sobre estos jóvenes emigrantes españoles. Dice el estudio que Holanda ha sido pionera en instaurar el contrato cero donde no hay horas de trabajo estipuladas. Lo que se trabaje semanalmente dependerá de las necesidades de la empresa, pero aun así los trabajadores deben abonar el alojamiento, sobre los cien euros a la semana. La empresa recupera de esta manera parte del sueldo que tiene que abonar. Son los nuevos emigrantes españoles, jóvenes que tienen que buscar trabajo fuera del país porque aquí el mercado laboral no les da ninguna oportunidad.