Millones de personas sufren en España la carga de un contrato precario de corta duración o con un salario insuficiente. Los más perjudicados los jóvenes y las mujeres. Se firman al año en España cerca de 20 millones de contratos, pero aquí la cantidad no rima con la calidad porque los salarios son cada vez peores y la duración en los contratos es, además, muy corta. Casi 3 de cada 4 jóvenes españoles carecen de contrato fijo y solo Polonia tiene unas cifras peores en Europa. El Gobierno impulsó una reforma laboral de 2012 para reducir una temporalidad que todavía hoy se agrava hasta datos que duplican la media Europea.