La Policía Nacional llevaba semanas siguiendo los pasos del presunto yihadista, pero no ha sido la víspera del Jueves Santo cuando se ha procedido a su detención. Se trata de un joven marroquí, de 23 años y estudiante en la Universidad de Sevilla.  La amenaza ya está neutralizada, aunque las mismas fuentes han insistido en que el presunto yihadista no tenía capacidad operativa para llevar a cabo ese atentado, pero sí indicios creíbles de sus intenciones terroristas. En el registro de su domicilio en Sevilla no se han encontrado explosivos.