Los jóvenes investigadores protestan por sus condiciones laborales

Noelia es una investigadora que trabaja gratis ya que no recibe ninguna financiación para su tesis. Beatriz tiene un contrato predoctoral por su tesis de matemáticas pero las cuentas no le cuadran ya que con los 1.200 euros que gana al mes no puede afrontar el coste del nivel de vida y Juan lleva más de seis años encadenando contratos temporales. Son las condiciones laborales por las que protestan los jóvenes investigadores. 

Gritan contra la ley de Ciencia que el Gobierno aprobará en las próximas semanas pero que no contempla mejoras importantes en sus ya precarias condiciones, por ejemplo, que no se reconozca con carácter retroactivo la indemnización por fin de contrato. Por ello al final muchos acaban compartiendo el mismo camino y marchándose de España en busca de condiciones menos precarias.