Una pareja de ancianos denuncian el acoso inmobiliario de un fondo buitre

Luis, de 80 años, tiene que entrar a oscuras en su casa, en El Vendrell (Tarragona), no hay luz en el descansillo. Tampoco para el ascensor, imprescindible para su mujer, que tiene problemas de movilidad y acude a un centro de día. En su vivienda apenas tienen agua y tienen problemas para ver la tele porque la antena del edificio está rota. 

Todas estas calamidades las padecen él y su mujer desde hace un mes, cuando cortaron la luz del edificio por falta de pago de los nuevos propietarios. El inmueble pertenece a un fondo buitre que no les ha renovado el contrato de alquiler, aunque ellos siguen pagando 410 euros mensuales, mientras se resuelve el tema en los juzgados