Botellas de cristal, tiradas junto al contenedor de vidrio y cartones junto al de reciclado de papel da igual que el contenedor este lleno a rebosar o prácticamente vacío, o que no haya contenedor. En demasiadas ocasiones el comportamiento es el mismo. En Madrid, un cartón con un adhesivo con el nombre, apellido y dirección de su dueño depositado junto a un contenedor vacío ha sido la prueba incontestable para sancionar. La cuantía, admiten es desproporcionada, pero obedece a una ley estatal que los ayuntamientos tendrán que ponderar. Si el contenedor está con en todos estos casos no hay multa, pero no se debe abandonar el residuo. Las sanciones tienen un carácter claramente disuasorias, por ejemplo saltarse un stop o un semáforo suponen multas 10 veces menores.