A la gran nevada, al frio y al hielo ahora le sumamos la lluvia. Una lluvia que nos pilla con las alcantarillas colapsadas por culpa de la tormenta Filomena. Se supone que hay 124.000 repartidas por toda la ciudad de Madrid, donde muchas están llenas de hielo, ramas y basura que hay que recoger. Los operarios de los ayuntamientos de la comunidad retiran todo y echan sal para derretir lo que pueda impedir el paso del agua.