Desde hoy, la expresión "Dormir como un tronco" pasará a ser "Dormir como un gato". Este felino estaba tan profundamente dormido, que por más que los presentes le tocaban, le movían la cabeza, e incluso, le daban golpes, no despertaba. No sería de extrañar que quien no le conozca se lleve un susto pensando que el animal en vez de estar durmiendo, está en otra vida.