Los talibanes toman posesión del aeropuerto de Kabul y se pone fin a la guerra más larga del Ejército de EEUU

Unos se van, los estadounidenses; otros, los talibanes, llegan. Los islamistas ya controlan los accesos al aeropuerto de Kabul. Y también el interior. Han entrado en él como si fuera el parque de atracciones. Retratándose con el móvil y desfilando con la pose de las grandes ocasiones. 

Uno de los portavoces ha dado un discurso ante su comando de élite. Ha celebrado el triunfo sobre Estados Unidos y les ha pedido, literalmente, que ahora traten bien a la gente. Las imágenes de destrozos tanto dentro como fuera del recinto evidencian que el aeropuerto tardará en estar operativo de nuevo. 

Se ha solicitado ayuda para la gestión a Turquía y a Catar. Numerosos aparatos han quedado abandonados en la pista. El Ejército de Estados Unidos ha puesto fin a la guerra más larga de toda su Historia: veinte años. 

El último avión despegaba protegido con bengalas que se confundían, segundos después, con los fuegos artificiales y los disparos de alegría de los talibanes. 122.000 civiles han sido evacuados. En el país se quedan unos pocos centenares de occidentales, básicamente cooperantes estadounidenses y británicos.