El próximo viernes, coincidiendo con el veinte aniversario de la saga, se lanzará el videojuego Metroid Prime 3: Corruption para la Wii. El título conserva todos los ingredientes que lanzaron al éxito al Metroid original de la consola NES: una sabia mezcla de acción y aventura, gran libertad de exploración y una mejora progresiva de las habilidades de Samus Aran, la misteriosa aventurera galáctica, casi siempre oculta bajo su armadura especial.

La acción, al igual que en los anteriores Metroid Prime, se muestra desde una perspectiva en primera persona. Pero lejos de dar prioridad a los típicos enfrentamientos a tiros contra decenas de enemigos –que también los hay–, lo principal es la investigación y el uso del ingenio.

Un mando, un arma

El estreno de Metroid en la Wii ha supuesto un cambio radical en el control del juego, que abandona las clásicas combinaciones de botones para explotar las características del mando de la consola, capaz de detectar los movimientos.

Así, el mando se convierte en el cañón de Samus, con el que disparar es tan sencillo como apuntar a la pantalla y presionar el gatillo. Por otro lado, el controlador secundario (el nunchaku) hace las veces de brazo con el que mover objetos o abrir puertas. Con estas innovaciones, Metroid mejora una fórmula que parecía insuperable.

Samus Aran: Bajo el traje

Aunque muchos no lo sepan, esta preciosa y despampanante rubia es la protagonista de la saga Metroid. El motivo de que su aspecto no sea muy conocido es que suele ir oculta en su impenetrable armadura espacial. De hecho, en el primer Metroid no se descubría la identidad y el sexo de la heroína hasta el final del juego.

En títulos posteriores sólo se la intuía en momentos determinados (su silueta al morir, sus ojos en un breve destello de luz en el casco...). Pero últimamente se está dejando ver sin el traje, como sucede en Metroid Prime Zero para GameBoy Advance o el futuro Samsh Bros para la Wii.