Juegos como el simulador de guitarra Guitar Hero, el karaoke Singstar o el simulador de un grupo de música Rock Band se han convertido en exitosos videojuegos que además han servido para promocionar e impulsar a músicos y cantantes en muchos casos olvidados.

Ese ha sido el caso de la citada Aerosmith, que ha ganado más dinero con los royalties de este videojuego que con cualquiera de los catorce discos de estudio publicados hasta el momento.

Guitar Hero también ha beneficiado a muchos grupos que deciden ceder algunas de sus canciones e incluirlas dentro del catálogo de temas que se pueden 'tocar' con el periférico-guitarra de Guitar Hero. Las canciones que se incluyen en el videojuego multiplican posteriormente sus ventas, como le ha ocurrido a Weezer con My name is Jonas de su primer álbum, editado hace ya 14 años, y que en los últimos tiempos ha multiplicado sus ventas por diez.

Activision, ha explicado que seguirá los pasos del Singstar de Sony, lanzando contenido localizado para cada país. De este modo, las apariciones especiales de grupos españoles, como Héroes del Silencio o Extremoduro, en Guitar Hero dejarán de ser excepciones.