Ruta N2: la espectacular carretera que recorre Portugal de norte a sur

La N2 ofrece una fantástica ruta de más de 700 km.
La N2 ofrece una fantástica ruta de más de 700 km.
Getty Images
La N2 ofrece una fantástica ruta de más de 700 km.

Son 739 los kilómetros que recorre la Nacional 2, que comienza en Chaves, en la región de Trás-os-Montes, y termina en Faro, capital del Algarve. Para que quede constancia de haber realizado la Ruta N2 existe un pasaporte que hay que sellar en las oficinas de turismo que forman parte del itinerario. Estas son las visitas que no debes perderte.

CHAVES

Situado en una rotonda junto al Jardín Público, un hito de piedra marca el Kilómetro Cero de esta ruta, que comienza aquí, en esta localidad a solo unos kilómetros de Verín (Ourense), conocida en tiempos romanos como Acquae Flaviae por la calidad de sus manantiales termales. De aquella época es el puente de Trajano, construido a principios del siglo II sobre el río Támega, que también podemos cruzar saltando por las poldras, unas piedras sobre el agua de idéntica antigüedad. Como lugar fronterizo, Chaves cuenta con tres fortificaciones: el castillo, del que queda la Torre del Homenaje, y los fuertes de São Francisco y de São Neutel.

Son 739 los kilómetros que recorre la Nacional 2, que comienza en Chaves, en la región de Trás-os-Montes, y termina en Faro, capital del Algarve
En Chaves está el kilómetro cero de esta ruta.
En Chaves está el kilómetro cero de esta ruta.
Getty Images/iStockphoto

VILA REAL

Con sus aires de Belle Époque, la estación termal de Vidago, rodeada por un frondoso bosque, fue en el siglo XIX la preferida de la nobleza portuguesa. Ahora es el preludio perfecto a nuestra visita a Vila Real, capital de la provincia de Trás-os-Montes, elevada sobre una colina, en la confluencia de los ríos Corgo y Cabril. Sus calles conservan todo el encanto de la arquitectura aristocrática, con casas blasonadas con ventanas manuelinas. Desde lo alto del Calvario conseguiremos una magnífica vista de la ciudad, con las las sierras de Marão y de Alvão de fondo. A tres kilómetros nos espera el barroco Palacio de Mateus.

Puentes en Peso da Régua.
Puentes en Peso da Régua.
Luis Pedrosa

PESO DA RÉGUA

La carretera continúa por Santa Marta de Penaguião y cruza el Alto Douro Vinhateiro, donde las viñas cultivadas en bancales en las laderas junto al río componen un paisaje único, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco. A orillas del Duero, Peso da Régua tuvo un papel destacado en la comercialización del vino de Oporto, ya que desde aquí partían los toneles que lo transportaban en “rabelos” hasta Gaia, donde envejecía en las bodegas. Para saber más sobre ello merece la pena visitar el Museu do Douro antes de visitar otra estación termal, la de Caldas de Moledo, con embarcadero propio.

Para que quede constancia de haber realizado la Ruta N2 existe un pasaporte que hay que sellar en las oficinas de turismo que forman parte del itinerario
Vista aérea del centro de la ciudad de Lamego.
Vista aérea de la ciudad de Lamego.
Getty Images/iStockphoto

LAMEGO

Separada unos 12 kilómetros de las orillas del río Duero, Lamego vivió, allá por el siglo XVIII, una época de gran esplendor gracias a la producción de un vino fino que acabó dando origen al de Oporto. Azulejos antiguos, muebles portugueses, trabajos en oro y otros muchos objetos y curiosidades forman la colección del museo principal de esta histórica ciudad, en la que destacan dos edificios religiosos: la Sé Catedral, gótica, con un claustro renacentista, y el santuario da Nossa Senhora dos Remédios, de estilo rococó, situada en lo alto de una colina a la que se accede por una magnífica escalinata.

VISEU

Seguimos rumbo al sur para adentrarnos en el corazón de otra zona vinícola demarcada, el Dão, justo en el centro de Portugal. El casco viejo está coronado por un espacio abierto, Adro da Sé, ante el que se hallan la catedral, la iglesia da Misericórdia y el Museo Grão Vasco, que conserva la obra de uno de los pintores portugueses más importantes del Renacimiento, Vasco Fernandes. El encanto de Viseu, que se expande sobre un terreno montañoso y verde, en la altiplanicie de la Beira Alta, se refleja en la atmósfera medieval de sus calles, en los palacios que pertenecieron a la nobleza y en sus murallas, templos y ermitas.

Fachada principal de la catedral de Viseu.
Fachada principal de la catedral de Viseu.
Luis Pedro Duarte da Fonseca

ABRANTES

La carretera avanza por pueblos como Tondela, Penacova, Lousã y Sertã, con numerosas playas fluviales. El que es el verdadero centro geodésico de la Portugal continental está marcado por un miliario, el Picoto da Melriça, construido en 1802 en el municipio de Vila de Rei. Es parada obligada en nuestra ruta antes de llegar a Abrantes, en una ladera junto al Tajo. Desde su punto más alto es posible apreciar un extenso panorama que abarca gran parte del río y se extiende por la Beira Baixa, Ribatejo y Alentejo. Sus casas blancas son las más floridas de todo el país. Imprescindible probar las “tigeladas”, el dulce local.

MOURA

A sur del Tajo aparece ya el Alentejo, una región de enormes planicies y fuertes tradiciones que podemos descubrir visitando localidades como Moura, un alegre pueblo blanco, junto al río Guadiana, que cuenta con uno de los barrios árabes mejor conservados de todo el país. Sobre la antigua fortificación musulmana fue construido el castillo, con una espectacular Torre del Homenaje. Paseando por las calles seguro que también llaman nuestra atención las gruesas chimeneas de las casas, típico detalle de las construcciones alentejanas. Aún nos queda una visita más: el Museo do Azeite.

Calle de Faro, en el Algarve.
Calle de Faro, en el Algarve.
Getty Images/iStockphoto

FARO

Después de atravesar once distritos y 35 municipios, esta ruta llega a su fin en Faro, la capital del Algarve, junto a la ría Formosa, que hace honor a su nombre. Nada más llegar se impone una visita cultural, que debe comenzar siempre bajo el arco da Vila, puerta medieval con un pórtico en herradura, herencia de las murallas árabes, que se abre al casco antiguo de apretadas calles y amplias plazas, en el que destaca la Sé, que empezó a construirse en el siglo XIII. Jardines y palacios amenizarán nuestro paseo antes de acabar este sensacional viaje contemplando el mar desde alguna de sus fantástica playas.

Apúntate a nuestra Newsletter de Viajes y recibe en tu correo las mejores propuestas para viajar por el mundo

Mostrar comentarios

Códigos Descuento