No hay nada mejor para desconectar de la rutina y el ajetreo que adentrarnos en la naturaleza y hacer una bonita ruta de senderismo. La bella geografía española nos regala opciones infinitas, pero una muy interesante la encontramos en la provincia de Zamora: la ruta de El Tejedelo. Este recorrido nos adentra en frondosos bosques de árboles milenarios donde conectar con la madre naturaleza.
Más de cien tejos milenarios
La comarca zamorana de Sanabria espera al viajero con una enorme cantidad de espacios naturales dignos de visitar. Entre ellos destaca El Tejedelo, en el término municipal de Requejo de Sanabria. Se trata de una preciosa masa forestal que se extiende por una ladera y es una de las manchas de tejo más importantes y mejor conservadas de toda la Península Ibérica.
En este bosque mágico encontraremos más de cien tejos milenarios de gran tamaño; los más grandes llegan a alcanzar un perímetro de 8 metros y una altura de 13 metros. Una buena manera de descubrir los encantos de este enclave es hacer la ruta de El Tejedelo, muy recomendada sobre todo en verano y en otoño.
Una ruta de cuento de hadas
La ruta de El Tejedelo recorre una distancia de 5,2 kilómetros con 430 metros de desnivel y tardaremos en completarla aproximadamente 4 horas. La dificultad es media y habrá que tener precaución sobre todo en los tramos de mayor pendiente o encharcados.
Para llegar hasta el inicio de la ruta, debemos ir hasta el pueblo de Requejo y desde allí seguir en coche hasta un parking situado en en una carretera local que sale del kilómetro 95 de la N-525. Desde el aparcamiento empezaremos a caminar y cruzaremos un puente de madera sobre el río Castro.
A partir de aquí ascenderemos por una senda de 1,5 kilómetros que atraviesa zonas de monte bajo con algunas especies de plantas como brezos o escobas. Después de la cuesta llegaremos a un precioso bosque de robles y grandes rocas cubiertas de verde musgo. Entonces, nos toparemos con una bifurcación y deberemos seguir el cartel que indica el Mirador de Las Peñas del Veladero, desde donde podremos contemplar unas impresionantes vistas de este enclave natural y ver las copas de los tejos a vista de pájaro.
Seguimos el camino y cruzaremos un puente de madera sobre un arroyo que finalmente nos adentrará en el bosque de El Tejedelo como tal. Este paisaje de árboles milenarios es simplemente sobrecogedor, como si estuviera sacado de un cuento de hadas. Al ser un camino circular, llegaremos de nuevo a la bifurcación anterior y solo nos quedará rehacer nuestros pasos hasta el parking.
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