
Una de las mejores maneras de viajar por el mundo en a bordo de un tren, contemplando los paisajes cambiantes a través de la ventanilla y desde la comodidad de nuestro asiento. En el caso de Europa, puede presumir de contar con una extensa red de trenes y ferrocarriles que nos permite llegar fácilmente de un lugar a otro al mismo tiempo que disfrutamos de unas vistas espectaculares por el camino.
Los Alpes suizos con el Jungfraubahn

Desde la estación de Kleine Scheidegg hasta la de Jungfraujoch (la más alta de Europa) se abre paso el espectacular Jungfraubahn. Este tren cremallera recorre los Alpes suizos y nos regala unas vistas increíbles por el camino: montañas nevadas, glaciares y encantadores pueblos, a lo que se suman sorprendentes estaciones subterráneas excavadas en la propia ladera de los macizos rocosas.
El Tren Amarillo por los Pirineos

El Tren Amarillo es el ferrocarril de vía métrica más alto de Europa y supera un desnivel de más de mil metros. Los pasajeros podrán disfrutar de la mejor panorámica de los Pirineos, así como cruzar 19 túneles y dos puentes declarados monumentos históricos. El tren parte de Villefranche-de-Conflent y recorre 63 kilómetros hasta Latour-de-Carol, ambas localidades en Francia.
De Madrid a Málaga

El tramo sur de la red ferroviaria de alta velocidad que enlaza Madrid y Málaga es el más meridional de Europa Occidental. Este recorrido desde la capital hasta la preciosa ciudad andaluza no lleva a través de una espectacular ruta paisajística. En tierras manchegas, el tren cruza el Tajo y se adentra en llanuras plagadas de molinos de viento. Ya en Andalucía, destaca el tramo entre Córdoba y Málaga, cuando se atraviesa el viaducto Arroyo las Piedras, construido a gran altura entre olivares.
Gales del Norte a bordo del Snowdon Mountain

A bordo del ferrocarril Snowdon Mountain se puede alcanzar la cima de la montaña más alta de Gales, el Snowodon y sus 1.085 metros de altura. Este lleva en funcionamiento desde 1896 y en un lento pero impresionante recorrido nos descubre los paisajes más sobrecogedores del norte de Gales.
El Bergensbanen entre Oslo y Bergen

El emblemático Bergensbanen atraviesa los montes y lagos del sur de Noruega, entre Oslo y Bergen, alcanzando los 1.222 metros de altitud en la estación de Finse. Incluso, se puede alargar el recorrido con el circuito "Norway in a nutshell", muy popular por los paisajes de postal que se pueden admirar desde las ventanillas.
La costa belga

La costa de Bélgica mide tan solo 67 kilómetros de longitud y se puede recorrer de una punta a otra a bordo del Kusttram. Este tranvía circula entre De Panne y Knokk-Heist y a lo largo del camino destacan los edificios belle époque de De Haan, varios fuertes napoleónicos y unas preciosas vistas al Mar del Norte.
El Ferrocarril de la Selva Negra

La Selva Negra está formada por frondosos bosques que cambian de tonalidad a lo largo del año, un pulmón verde en el extremo suroccidental de Alemania. El Ferrocarril de la Selva Negra se puede tomar en Baden-Baden y recorrer este bello paisaje hasta Gengenbach, contemplando los cursos de agua y la tupida vegetación del valle del Kinzig.
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