Hay muchas formas de recorrer Cuenca. A través de su arquitectura, su gastronomía, sus paisajes naturales... Pero para quienes quieran ir un paso más allá, proponemos una ruta a través de los lugares más curiosos de la ciudad manchega, que nos dejarán con ganas de volver para seguir descubriendo sus secretos.
Ojos de la Mora
En Cuenca las montañas tienen ojos. En una ladera rocosa sobre la hoz de río Júcar una mirada acecha la ciudad desde las alturas. Esta obra de arte es conocida como los Ojos de la Mora y guarda una oscura leyenda detrás.
Se dice que una chica musulmana y un chico cristiano se enamoraron perdidamente en la ciudad. Los jóvenes tenían que verse en secreto, ya que ella estaba prometida con otro hombre. Cuando este último se enteró de lo que estaba ocurriendo, reunió a sus amigos y asesinó al joven cristiano. Ante esta situación, la muchacha intentó quitarse la vida, pero un cura le advirtió que si lo hacía iría al infierno y no podría reunirse con su amor.
Finalmente, tal y como prosigue la leyenda, la joven murió de amor tiempo después en el cerro que hoy lleva sus ojos pintados. Son los alumnos de la Escuela de Artes y Oficios de la ciudad quienes año a año repintan este curioso mural.
Los Rascacielos de Cuenca
Por sorprendente que parezca la ciudad de Cuenca tiene rascacielos. Al menos esa es la ilusión que dan los llamativos edificios del barrio de San Martín. Estas viviendas están construidas al borde de la hoz del río Huécar y presentan una arquitectura de lo más curiosa.
Por un lado, en la calle Alfonso VIII, estas casas construidas desde el siglo XV, tan solo cuentan con tres o cuatro pisos de altura y nos sorprenden con unas pintorescas fachadas de colores. Pero si cambiamos la perspectiva y las miramos desde el otro lado, el que da a la hoz, los niveles continúan hacia abajo, y alcanzan hasta 12 plantas.
Espacio Torner
No muchas personas conocen la gran cantidad de museos que hay en Cuenca, y es que, por ejemplo, aquí se abrió el primer museo de arte abstracto de toda España. Otro centro cultural igual de curioso es el Espacio Torner, un museo de arte contemporáneo instalado dentro de la iglesia tardo-gótica del antiguo convento de dominicos, junto al Parador Nacional de Turismo.
En su interior, inmersas en una simbiosis perfecta con la arquitectura del templo religioso, encontramos 40 importantes obras de Gustavo Torner, la mitad de ellas cedidas por el Museo Reina Sofía de Madrid. El ambiente que se crea en este espacio es simplemente mágico y, sin duda, es un lugar que merece totalmente la pena visitar.
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