Desde Betanzos hasta Finisterre: una ruta en autocaravana por A Coruña

Noia.
Noia.
Lux Blue / iStock
Noia.

Los bellos paisajes de A Coruña se pueden visitar cómodamente a bordo de nuestra autocaravana gracias a la gran cantidad de áreas para pernoctar que encontramos en el territorio. Así, podremos visitar playas paradisiacas y localidades llenas de encanto con la comodidad de llevar nuestra casa con nosotros en todo momento.

Betanzos

Betanzos.
Betanzos.
Lux Blue / iStock

Bañada por las aguas de los ríos Mandeo y Mendo, nos topamos con la ciudad de Betanzos y su casco histórico declarado conjunto histórico-artístico, que refleja los largos años de evolución y su rico patrimonio. Además de visitas culturales, por la zona también se pueden hacer rutas a través de la naturaleza siguiendo el cauce de los ríos. Podremos pernoctar aquí en un área para autocaravanas gratuita con una estancia máxima de 72 horas.

Boiro

Playa de Barraña.
Playa de Barraña en Boiro.
Mercedes Rancaño Otero / iStock

Extensas playas de arena blanca, una marcada esencia marinera y un paisaje protegido por la ría de Arousa. Hablamos de Boiro, un pequeño pueblo convertido en toda una potencia pesquera gracias a la calidad de sus mejillones. Aquí podremos deleitarnos con su rica gastronomía, disfrutar de la naturaleza en sus playas y visitar sus yacimientos arqueológicos del Neolítico. Podremos pernoctar con nuestra autocaravana en un área gratuita junto a la playa de Mañóns o bien pagando 6 euros al día en la playa Xardín.

Noia

Noia.
Noia.
Lux Blue / iStock

En el precioso casco antiguo de la villa de Noia, destacan la iglesia de San Martiño con su estilo gótico marinero y la de Santa María A Nova, del siglo XIV, así como los restos de la Fortaleza de Tapal y las antiguas murallas medievales. Además, en el pueblo también podremos disfrutar de días de playa en sus arenales cercanos. Noia cuenta con dos áreas para autocaravanas gratuitas.

Faro de Finisterre

La emoción embarga siempre al llegar al fin del mundo de la era antigua, de los romanos. Aquí, en este cabo, terminaba el mundo conocido. Ubicado también en la Costa da Morte, al oeste peninsular, el faro se construyó en el año 1853 y hoy en día sigue llevando a cabo su función de alerta.
Faro de Finisterre
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Para los romanos, el cabo de Finisterre era el fin del mundo, y aunque se equivocaban, siglos después este lugar sigue fascinando a quienes lo visitan. Paisajes agrestes, playas salvajes y un imponente faro que ilumina el inmenso mar, sin olvidar su maravilloso atardecer. Junto al faro, encontraremos un área para autocaravanas gratuita con una estancia máxima de 48 horas.

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