Tras casi tres años sin abrir por la pandemia, las termas gratuitas de A Chavasqueira y las de Muíño da Veiga (Ourense) han vuelto a recibir bañistas. Estas han seguido la estela de las pozas de Outariz y Burga de Canedo, las cuales abrieron sus puertas de nuevo este mes de febrero. Esta tardanza se debe a que, tras la pandemia, entró en vigor una ley autonómica que exigía cambios en las instalaciones.
Con respecto a esta nueva normativa, fuentes oficiales del Concello de Ourense explican a 20minutos en que consistieron las renovaciones: "Cambios para garantizar un caudal continuo que permita una renovación total de las aguas cada cuatro horas, cambios estructurales necesarios para controlar tiempos y aforos, aprobación de una nueva normativa de condiciones de uso, nueva señalización, adaptación en materia de accesibilidad y garantía de un mayor control sanitario".
Por otro lado, como expone La Voz de Galicia, en la reapertura el alcalde recordó que las obras para poner al día la piscina termal de As Burgas ya están licitadas y próximamente se adjudicarán. A su vez, desde el Concello explican, a este medio, que "en cuanto a la estación termal de pago Termas da Chavasqueira, de gestión privada, se espera que en los próximos días presenten en el Concello, para solicitar licencia, el proyecto para su reconstrucción".
Las termas de A Chavasqueira
Estas pozas termales de uso gratuito se encuentran en uno de los márgenes del Río Miño. Además, fueron las primeras que acondicionaron en la ciudad para el uso y disfrute de los vecinos y visitantes. Sus aguas tienen una temperatura de 43 °C para el baño, pero emanan a 63 ºC y son usadas para tratamientos de reuma, artritis, asma o infecciones de la piel
El entorno de las Pozas de la Chavasqueira lo completan zonas de césped, donde poder tomar el sol, descansar o simplemente contemplar el paisaje que forman las orillas del Río Miño. En cuanto a su aforo, el Concello señala que es de un máximo de 13 personas simultáneamente.
Las termas de Muíño da Veiga
Ubicado prácticamente en el lecho del río Miño, se trata de un espacio de baño al aire libre al pie de un antiguo molino de madera totalmente restaurado, del cual toma el nombre (muíño es la palabra gallega para molino). El conjunto lo forman cinco piscinas: un vaso principal de 200 metros cuadrados, un segundo de 130 metros cuadrados y otros dos más pequeños de 55 y 45 metros cuadrados, además de un vaso de agua fría para baños de contraste.
En cuanto al agua, ronda los 40 ºC de temperatura, aunque todo el recinto está alimentado por varios afloramientos de entre 65 y 72 ºC. Igualmente, son de mineralización débil y alcalinas: bicarbonatadas-sódicas, fluoradas y silicatadas.
Por su parte, el Concello señala que en estas termas, al ser una zona de baño, "no se aplican las restricciones propias de los espacios termales, por ello no hay un aforo máximo. Aunque, la recomendación es 1 persona cada 2 metros cuadrados".
Cómo llegar
El trayecto desde la Catedral de San Martín, en el centro de Ourense, a las termas de Muíño da Veiga tiene una duración de 13 minutos en vehículo particular, mientras que para ir a las termas de A Chavasqueira el viaje es de apenas 9 minutos.
Por su parte, desde Vigo, el trayecto hasta las termas de A Chavasqueira es de 1 hora y 5 minutos aproximadamente, y hasta las de Muíño da Veiga de 1 hora y 10 minutos. Ambos viajes son por la carretera A-52.
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