Extremadura, en el oeste español pero mirando hacia Portugal, es un tesoro desconocido para muchos españoles; tal vez para aquellos que siempre apuestan por el turismo de sol y playa. Sin embargo, el turista más inquieto tiene una cita ineludible en tierras extremeñas.
La región que conforman las provincias de Cáceres y Badajoz cuenta con un importante patrimonio, naturaleza sorprendente y una historia rica y variada que nos sumerge directamente en el pasado. Parte fundamental de ese patrimonio cultural son sus catedrales: las de Mérida, Badajoz, Cáceres, Plasencia y Coria.
Concatedral de Mérida
Junto con la Santa Iglesia Catedral Metropolitana de San Juan Bautista de Badajoz, es sede de la archidiócesis de Mérida-Badajoz. Heredera de la antigua Catedral de Augusta Emérita, sus restos más antiguos corresponden al siglo XIII, pero ya fue edificada entre los siglos XVII y XVIII. Se trata de un edificio dividido en tres naves por pilares cuadrados. En su interior se encuentran los sepulcros del maestre don Alonso de Cárdenas y de los duques de la Roca. La portada de los pies es neoclásica.
Catedral de San Juan Bautista, Badajoz
Su contrucción se inició tras la conquista de Badajoz por el rey Alfonso IX, en el siglo XIII. Por fuera se asemeja a una fortaleza, porque hubo que darle seguridad por las continuas guerras que padecía la ciudad. El edificio está coronado de almenas y tiene una alta torre de planta cuadrangular, con ventanales en el segundo cuerpo. Tiene tres puertas de entrada, la principal es la de San Juan Bautista. Dentro, planta basilical con tres naves de cinco tramos, crucero y cabecera de tres ábsides. Cubierta de bóvedas del gótico decadente.
Concatedral de Santa María, Cáceres
Se completó entre los siglos XV y XVI sobre una construcción del siglo XIII de maneras mudéjares y techo de madera. Realizada completamente con sillares de granito, su estilo se puede considerar románico de transición al gótico. Tiene dos portadas góticas, la del Evangelio, frente al palacio Episcopal y la portada principal, en los pies. La iglesia tiene una sola torre, renacentista de tres cuerpos y planta rectangular.
Catedral de Plasencia
La forman dos edificios: la Catedral Vieja y la Nueva. La más antigua, iniciada en el siglo XIII, es de estilo es románico de transición al gótico. Se trata de la nave, la fachada occidental, el claustro y la sala capitular. La Catedral Nueva, iniciada en el siglo XV es de estilo gótico. El retablo mayor es del siglo XVII, con tallas de Gregorio Fernández. Dentro de la iglesia destaca la sillería del coro, de estilo gótico flamígero de transición al plateresco. La Catedral Vieja actualmente alberga el Museo Catedralicio.
Catedral de Coria
El edificio se asienta sobre una antigua catedral visigótica. El claustro es del siglo XIV. Pero la obra actual es del siglo XV. Sufrió las consecuencias del terremoto que se produjo en Lisboa en 1755, derrumbándose su torre. Es de nave única cubierta con bóveda de crucería. La portada principal es plateresca y el claustro acoge el Museo de Arte Sacro.
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