La isla española a la que solo se puede ir cuando baja la marea

Las costas españolas están salpicadas de curiosas islas cada una más interesante que la anterior. A algunas se puede llegar por puentes o conexiones con barcos, mientras que a otras dependerá de las condiciones naturales del momento. Es el caso de la isla de San Nicolás, en Vizcaya, a la que solo se puede acceder cuando la marea está baja.

Un curioso entorno natural

A medio camino entre Bilbao y San Sebastián, el mar Cantábrico baña las tierras del pueblo marinero de Lekeitio. A ello se suma el río Lea, que vierte sus aguas en la propia playa de la villa. Pero, por si fuera poco, a esta naturaleza privilegiada hay que añadir un elemento más, tal vez el más curioso del entorno. Y es que, frente a la población, se alza la isla de San Nicolás, una pequeña masa de tierra cubierta de vegetación.

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Este curioso enclave, también conocido como isla de Garraitz, tiene una particularidad muy especial, ya que solo se puede llegar a ella cuando la marea está baja. Es en ese momento cuando las aguas dejan al descubierto un camino de piedra que serpentea en la arena y conecta la tierra con la isla.

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Una ermita, un fuerte y monedas del siglo XIV

En el siglo XVI se construyó en el lugar una ermita dedicada a San Nicolás, lo que le dio su nombre actual, y un siglo después se fundó un convento de franciscanos en el cual confinaban a los enfermos durante las epidemias. Incluso, en la zona más elevada de la isla, se han encontrado vestigios de un fuerte y una muralla. A día de hoy, tan solo quedan los restos de esas huellas del pasado.

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Además, debido a su ubicación estratégica, por aquí pasaron desde piratas hasta militares. De hecho, los trabajos arqueológicos llevados a cabo en el lugar han descubierto pólvora de la guerra de la Independencia, cañones e incluso monedas de los siglos XIV y XV.

Cómo llegar a la isla de San Nicolás

El trayecto entre Bilbao y Lekeitio es de 1 hora por la BI-2238, mientras que desde San Sebastián es de 1 hora y 15 minutos por la AP-8. Una vez allí, podemos llegar hasta la isla desde la playa del pueblo cuando la marea esté baja, pero siempre con precaución y teniendo en cuenta cuándo vuelve a subir para no quedarnos aislados.

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