Estas son las cárceles históricas de España que se pueden visitar: de prisión a atracción turística

La Model, en Barcelona; la Cárcel del Broto, en Huesca, y el Fuerte de San Cristóbal, en Navarra, son algunos de los centros penitenciarios que están abiertos al público para descubrir su historia e instalaciones.
Cárcel La Model.
Cárcel La Model.
Jorge Franganillo / Flickr
Cárcel La Model.

Visitar una cárcel puede no sonar como el plan más apetecible. Sin embargo, en España encontraremos antiguos centros penitenciarios que se han convertido en un verdadero atractivo turístico. La cárcel de La Model, en Barcelona, y el Fuerte de San Cristóbal, en Navarra, son solo algunos ejemplos,

Los visitantes podrán conocer la historia de la cárcel, descubrir los presos más famosos que allí estuvieron encerrados, hacer visitas guiadas, descubrir las exposiciones que acogen... En definitiva, es un plan original perfecto para hacer en días como Halloween.

Cárcel La Model (Barcelona)

Cárcel La Model.
Cárcel La Model.
Jorge Franganillo / Flickr

En pleno centro de la ciudad de Barcelona, se alza La Model, una de las cárceles más importes de España. Esta se construyó entre los años 1881 y 1904 y en ella estuvieron prisioneros una gran cantidad de disidentes políticos. Además, en 1984 se hizo muy famosa por un motín de presos y la fuga del conocido como El Vaquilla. A día de hoy, no solo se puede visitar, sino que hay en marcha un proyecto para convertirla en una zona de viviendas sociales, un gran parque urbano y espacios como un Memorial, un instituto, una residencia, un pabellón polideportivo, entre otras cosas.

Fuerte de San Cristóbal (Navarra)

Fuerte de San Cristóbal.
Fuerte de San Cristóbal.
Warrior 1954 / Flickr

En el monte Ezkaba, muy cerca de Pamplona, encontramos el Fuerte de San Cristóbal, una fortaleza militar construida entre los siglos XIX y XX. Entre 1934 y 1945 esta fue utilizada como cárcel, y en ese periodo destaca el motín de 1938, cuando se fugaron 795 reclusos de los 2.497 que había en ese momento.

Cárcel del Broto (Huesca)

Cárcel del Broto.
Cárcel del Broto.
Wikimedia Commons

La antigua cárcel del Broto se encuentra en el valle oscense del mismo nombre y funcionó como tal entre los siglos XVI y XX. Desde el municipio de Broto, se organizan visitas guiadas con historiadores locales, para adentrarse en este edificio de piedra maciza y contemplar las paredes llenas de los grabados que hicieron los presos, además de algunas cadenas y grilletes.

Cárcel de Pedraza (Segovia)

Cárcel de Pedraza.
Cárcel de Pedraza.
José Luis Filpo Cabana / Wikimedia Commons

La Cárcel de Pedraza fue construía en el siglo XIII y entre sus muros estuvieron encerrados delincuentes de todo tipo. De este modo, el piso superior estaba destinado a los criminales comunes, mientras que los más peligrosos se encerraban en el sótano. Desde la Fundación Villa de Pedraza, se organizan visitar guiadas a las instalaciones.

Cárceles de Matarraña (Teruel)

En Matarraña, Teruel, se puede hacer un recorrido a través de diferentes mazmorras de la comarca. En total, la ruta incluye nueve localidades con espacios carcelarios de los siglos XVI y XVIII como Mazaleón, La Fresneda o Ráfales. La mayoría de ellas se ubican en los bajos de los ayuntamientos y se pueden encontrar cadenas, argollas y cepos.

O Vello Cárcere (Lugo)

En la antigua cárcel de Lugo estuvieron encerrados miles de presos políticos durante casi un siglo, desde el año 1887 hasta el 1981, y sobre todo durante la época del franquismo. El Concello de Lugo rehabilitó el espacio y lo trasformó en un centro social y cultural dedicado al arte lucense: O Vello Cárcere.

Parador de San Marcos (León)

El convento de San Marcos es una de las joyas de la arquitectura de León. En él se localiza el Parador de León, que dispone de 51 habitaciones y diversos salones de eventos.
El convento de San Marcos es una de las joyas de la arquitectura de León. En él se localiza el Parador de León, que dispone de 51 habitaciones y diversos salones de eventos.
Paradores

El Parador de León, Hostal San Marcos, es uno de los edificios más importantes del renacimiento español. Este se construyó originalmente en el siglo XII para hospedar a los peregrinos del Camino de Santiago. Sin embargo, el edificio de estilo gótico-plateresco que ha llegado a nuestros días se erigió en el siglo XVI. En XVII, se convirtió en una cárcel y su prisionero más ilustre fue Francisco de Quevedo. A día de hoy, esta joya arquitectónica es un magnífico Parador con 51 habitaciones.

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