Casas cubiertas de nieve, paisajes de postal navideña, blancas montañas asomadas en el horizonte... El invierno trae consigo las más bellas estampas, tal y como demuestran estos 20 pueblos repartidos por la geografía española.
O Cebreiro (Lugo)
En pleno camino francés de la ruta jacobea, nos topamos con la aldea de O Cebreiro. Aquí permanece en pie un conjunto de antiguas pallozas o viviendas de piedra con techo de paja, además de su iglesia prerrománica, que acoge un Santo Grial.
Ligueria (Asturias)
La pequeña aldea de Ligueria nos espera en el municipio de Piloña, un lugar de bosques, montañas, valles y ríos. Además, como es de esperar, con la llegada de la nieve, su magia aumenta más y más.
Sotres (Asturias)
Sotres prácticamente toca el cielo. Este pueblo se encuentra a más de 1.000 metros sobre el nivel del mar y durante los meses de invierno queda cubierto por completo por un grueso manto blanco.
Linares (Cantabria)
La pequeña localidad de Linares es muy popular entre los amantes de la naturaleza y del montañismo. Por ejemplo, podemos hacer una excursión hasta el Pico Viridu de Treslajorá.
Dobres (Cantabria)
Dobres está situado cerca de los Picos de Europa, en un enclave privilegiado rodeado de bosques y cumbres. Al llegar los meses de invierno el pueblo se tiñe totalmente de blanco lo que permite practicar numerosas actividades como el esquí o pasear con raquetas o motos de nieve.
Potes (Cantabria)
Potes es uno de los destinos más populares de Cantabria. Tan solo hay que pasear por sus tranquilas calles para quedarse prendado de su encanto. A ello se suman las imponentes montañas que lo rodean.
Ortigosa de Cameros (La Rioja)
Ortigosa de Cameros se presenta como un precioso conjunto serrano escalonado en las laderas de un barranco. En su entramado se alzan preciosas iglesias y en el paisaje que envuelven a pueblo encontramos cuevas y simas que pueden visitarse.
Ujué (Navarra)
Cualquier momento del año es perfecto para visitar Ujué y admirar su preciosa iglesia-fortaleza, pero contemplar este maravilloso pueblo cubierto de nieve es una experiencia única.
Ochagavía (Navarra)
Ochagavía, situado al norte del Valle de Salazar, es uno de los pueblos más bonito del Pirineo Navarro. Para darse cuenta tan solo hay que visitarlo en invierno, cuando su arquitectura queda cubierta de nieve y parece una auténtica postal de navidad.
Sallent de Gállego (Huesca)
El pueblo de Sallent de Gallego nos ofrece una combinación perfecta entre el hombre y la naturaleza. Además de visitar interesantes monumentos como su puente medieval o su iglesia gótica del siglo XVI, podemos hacer disfrutar de la nieve en la propia localidad y sus montañas cercanas.
Torla (Huesca)
Torla-Ordesa es la entrada natural al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Como es de esperar, aquí podremos practicar deportes de invierno como el snowkite o dar paseos con las raquetas de nieve.
Santa Eulària d'Unha (Lleida)
La bonita localidad de Unha se encuentra en el municipio de Alto Arán, en la comarca del Valle de Arán. Su principal atractivo, además de su entorno, es la iglesia de Santa Eulàlia d'Unha, que queda cubierta de nieve durante los meses fríos.
Gósol (Lleida)
No es de extrañar que el artista Pablo Picasso pasase una temporada en Gósol, y es que el pueblo y su entorno son algo simplemente bello. Aunque el pintor malagueño pasó allí una primavera, los invierno son igual de increíbles.
Lles de Cerdanya (Lleida)
El pequeño pueblo de Lles de Cerdanya se encuentra en una ubicación privilegiada al este de la comarca de la Baja Cerdaña. Destaca por sus bonitos paisajes y las muchas actividades que nos ofrece en la naturaleza, como senderismo o esquí.
Vielha (Lleida)
Viella, la capital del Valle de Arán, se extiende a orillas del río Garona y está dividido en dos por el río Nere. La localidad no solo mantiene su ambiente medieval en cada rincón, sino que nos brinda un espectacular entorno para hacer todo tipo de actividades al aire libre.
Camprodon (Girona)
En la comarca de Ripollès, se encuentra uno de los pueblos de montaña de Cataluña más atractivos, Camprodón. Además de pasear por su Plaza Mayor y las casas colgadas sobre el río Ter, en invierno es un lugar perfecto para los amantes del esquí.
Rascafría (Madrid)
Una buenísima opción para pasar un día de invierno en Madrid es Rascafría, que se encuentra en el valle del Lozoya a 1.000 metros de altitud. Las montañas nevadas del fondo y la capa blanca que cubren edificios como el monasterio de Santa María del Paular crean una estampa mágica.
Morella (Castellón)
Contemplar las murallas centenarias de Morellas cubiertas de nieve es todo un espectáculo. Esta localidad se alza a más de mil metros de altura coronada por una fortaleza del tercer milenio antes de cristo.
Capileira (Granada)
El impresionante pueblo de Capileira está enclavada en el corazón de La Alpujarra y dentro del Parque Nacional de Sierra Nevada, por lo que podría considerarse la puerta de entrada a este espacio natural. Es un buen punto de partida si queremos disfrutar de los deportes de invierno en la zona.
Ronda (Málaga)
El pueblo de Ronda es espectacular en todas las épocas del año, pero con la nieve cubriendo la ladera del desfiladero y su famoso Puente Nuevo, la belleza aumenta aún más.
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