Castilla y León es una tierra repleta de tesoros en forma de paisajes impresionantes, pueblos medievales y castillos, muchos castillos defensivos. Te traemos los que son los más impactantes y no deberías perderte.
Castillo de Turégano (Segovia)
Como sacada de un cuento, esta espectacular construcción defensiva del siglo XV es una de las más bellas que te vas a encontrar en tierras de Castilla. Con una ubicación privilegiada en lo alto de un cerro, desde sus muros se puede divisar toda la localidad y los alrededores. En este castillo de planta cuadrada, con cuatro torres en cada una de sus esquinas y dos murallas, estuvo preso Antonio López, secretario de Felipe II. En su interior se encuentra la iglesia románica de San Miguel.
Y aunque la estrella y emblema de Turégano es el castillo, la localidad cuenta también con otros lugares de interés, como el antiguo barrio judío, el Palacio Episcopal o la Casa Palacio de Miñano.
Castillo de Villalonso (Zamora)
En plena llanura castellana se encuentra este castillo medieval que no solo ha sido escenario de intrigas y luchas palaciegas, también de famosas películas, como "Robin y Marian", protagonizada por los actores Sean Connery y Audrey Hepburn (1976). Visitándolo sentirás que te metes en el tunel del tiempo, ya que tras haber sido restaurado, mantiene casi la totalidad de su estructura original. De entre todas las estancias, destaca la magnífica Torre del Homenaje que se encuentra en el muro norte. Desde los años 80, el castillo se encuentra en manos privadas.
Castillo de Torrelobatón (Valladolid)
Es uno de los castillos mejor conservados de Castilla y León. Está situado en lo más alto de la localidad, dominando todo el Valle del Hornija. Originario del siglo XIII, a lo largo de la historia estuvo en distintas manos, llegando a pertenecer durante un periodo a la casa de Alba. En la construcción destaca, por su enorme altura, la torre del Homenaje. Recientemente restaurado, en su interior se encuentra el Centro de Interpretación del Movimiento Comunero. Por cierto, que fue en esta fortaleza donde se alojaron las fuerzas comuneras el día antes de ser derrotadas en Villalar.
Castillo de los Duques de Frías (Burgos)
Hay lugares que hechizan, y este precioso pueblo de Burgos es uno de ellos. Te será imposible olvidar la estampa de Frías con su castillo en todo lo alto, cuando te acercas por la carretera. El carácter defensivo queda patente nada más entrar, ya que para acceder tienes que pasar por un puente levadizo sobre un foso excavado en la roca. Además de revivir épocas gloriosas, desde su Torre del Homenaje se divisan unas estupendas vistas de los tejados de la localidad. Y si quieres captar la imagen más impactante de las fachadas de Frías coronadas por el castillo, acércate hasta el Mirador El Peñasco.
Y aunque el castillo es la estrella, Frías cuenta también con otros tesoros arquitectónicos, como el puente medieval y las casas colgadas que rivalizan en belleza con las de Cuenca.
Castillo de Gormaz (Soria)
Sorprendente por su tamaño, fue la fortaleza califal más grande de Europa y uno de los enclaves defensivos más importantes en la frontera del Duero durante la Baja Edad Media. Y aunque actualmente se encuentra en ruinas, te puedes hacer idea de la grandeza que tuvo, ya que conserva parte de su estructura original. Sus enormes murallas de forma rectangular se extienden a lo largo de todo el cerro en el que se asienta. Y no solo es impactante ver el castillo cuando te acercas desde la carretera, la edificación en sí misma es el más bello mirador que te puedes encontrar en la zona.
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