Una de las principales vías de la ciudad, el Paseo Arco de Ladrillo, permanecerá cortado al tráfico siete meses en sentido entrada a la capital para su remodelación.

El corte está previsto que se produzca desde este lunes entre Juan Carlos I y el paseo de Farnesio. Durante el tiempo que duren las obras, la circulación siempre estará cortada en sentido entrada a la ciudad (camino que recorren 26.000 coches al día). En cambio, en dirección salida la calzada estará abierta.

El Ayuntamiento recomienda que los vehículos se desvíen por la ya recargada ronda interior (avenida Zamora), por lo que la rotonda de San Agustín sufrirá aún más retenciones.

No obstante, sí se puede llegar hasta Juan Carlos I, vía que deberá asumir buena parte del tráfico, así como el paseo de Zorrilla, según los planes del gabinete de Movilidad.

Los usuarios de las líneas ordinarias de autobús (Alsa, Cabrero...) también pueden verse perjudicados puesto que los vehículos tendrán que desviarse para llegar a la estación de autobuses.

El concejal de Planificación, Manuel Sánchez, explicó que se trata de una obra muy necesaria para mejorar la seguridad de los conductores debido a que esta vía quedó a medio urbanizar cuando comenzaron los trabajos de la Ciudad de la Comunicación.

La obra, adjudicada a Ferrovial por 3,2 millones, forma parte de los fondos del Plan E. Trabajarán 71 personas, 11 nuevos contratos.

Diseño de avenida urbana

La vía pasará a tener un diseño de avenida urbana. Se reformarán los carriles y se ampliará la superficie peatonal.

Habrá cuatro franjas diferencias: mediana central, calzadas, vías de servicio y aceras. Las intersecciones serán glorietas partidas en paseo de Farnesio, General Shelly, Sargento Provisional y Arca Real.

Se pondrán árboles, mobiliario y contenedores enterrados.

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