El Touran se pone al día manteniendo el mismo rumbo con paso firme gracias a una completa renovación que acerca al modelo al resto de la gama VW más actual. Estamos ante una nueva vuelta de tuerca de un vehículo que vio la luz por primera vez allá en el año 2003, y que recibió un posterior baño de juventud tres años después, en el 2006. Ahora Volkswagen revisa de nuevo a fondo este monovolumen, que se ha ganado a pulso un sitio privilegiado en el ranking de ventas del segmento. En Alemania es el líder indiscutible y ahora pretenden extender definitivamente su hegemonía al resto de Europa.
Imagen de marca
Lo mismo sucede en la parte trasera, donde destaca una mayor superficie acristalada en el portón trasero y, sobre todo, un completo rediseño de los faros y el alerón de la parte superior. Un elemento que, por cierto, contribuye a una mejora en el coeficiente aerodinámico (la cifra baja de 0,31 a 0,29). Y si la cosa cambia notablemente por fuera lo mismo sucede por dentro, donde de nuevo se recurre a buscar un aspecto en consonancia con los últimos modelos de la marca. En este sentido, los mandos del climatizador se han integrado en la consola central y las esferas del cuadro de instrumentos cuentan ahora con la característica y actual iluminación en color blanco.
Un mundo de posibilidades
Lo que sí permanece completamente intacto es el espíritu de este modelo, con una clara vocación funcional y versátil orientada a hacer más fácil los trayectos del día a día en familia. Como ya sucedía anteriormente, el Touran posibilita un sinfín de configuraciones para el habitáculo (hay múltiples opciones de distribución y desplazamiento de los asientos, de ganar espacio en el maletero etc.) y se puede adquirir de manera opcional con 7 plazas reales (2+3+2).
Merece la pena destacar que, la segunda fila de asientos, además de abatirse, se puede extraer del habitáculo por completo para conseguir un espacio de carga mucho mayor (en la versión de 5 plazas el maletero tiene 696 litros, una cifra que puede llegar hasta los 1.989 litros). Por su parte, la tercera fila de asientos, en el caso de llevarla, no está ahí de mera comparsa. Aunque el acceso a ellas no sea cómodo en ningún caso, una vez sentados personas de hasta 1,70 de altura (donde podríamos incluir al 99% de niños ya “creciditos”) pueden viajar sin problemas con relativa comodidad.
La fiebre del 'downsizing'
En total, las transmisiones posibles son tres; un cambio manual de 6 velocidades o un cambio automático de doble embrague con 6 o 7 relaciones. En función de la versión que escojamos, vendrán de serie o estarán disponibles opcionalmente en según qué casos. Por su parte, en el futuro también se pondrá a la venta una variante “Ecofuel” capaz de funcionar con gas natural y gasolina, que montará el mismo propulsor (1.4 TSI de 150 CV) que el actual Passat TSI Ecofuel que está en venta.
Finalmente, algunas variantes podrán contar también con el paquete “Bluemotion Technology” que incluye, entre otros elementos, un indicador de marcha recomendada en el cuadro de instrumentos, el dispositivo Start/Stop y el sistema de recuperación de la energía de frenado.
Durante la presentación internacional del modelo que se llevó a cabo en Alemania basada en un recorrido de ida y vuelta entre las ciudades de Düsseldorf y Colonia, conduje brevemente la versión de gasolina menos potente (con el citado paquete de medidas de bajo consumo) y la diésel con más caballos. Respecto a esta última, ya hemos hablado en infinidad de ocasiones del excelente funcionamiento del motor 2.0 TDI de 170 CV asociado al cambio DSG de 6 velocidades, y en este Touran no iba a ser una excepción.
Lo que no parece muy viable es acercarse al consumo que homologa la marca con este motor. En vías rápidas y trayectos extraurbanos el fabricante anuncia un gasto de combustible de 5,2 litros. Rodé por una autobahn con el control de crucero activado a 122 Km/h durante cerca de 30 minutos y fue imposible bajar de los 6,2 litros según el ordenador de a bordo.
Más equipado que nunca
Por último, después del cambio de look y la nueva oferta en el apartado de las motorizaciones, llegamos a la última gran novedad de este Touran, que radica en su modernizado equipamiento. Y es que, en este sentido, destaca la inclusión del chasis adaptativo y de la nueva versión (2.0) del asistente de aparcamiento “Park Assist”. El primer elemento parece más propio de otro segmento que de un monovolumen, pero Volkswagen ha decidido incorporarlo también al Touran. Ya conocido por todos, el DDC permite elegir entre tres modos de configuración (“Confort”, “Normal” y “Sport”) que varían sensiblemente el comportamiento del coche en la carretera.
En este sentido, tengo que decir que en ocasiones y si no forzamos mucho el ritmo o afrontamos trazados complicados, da la sensación de estar conduciendo un turismo sobre todo porque además de su buen tacto en carretera es posible colocar el asiento muy cerca del suelo (algo que para nada suele ser habitual en los monovolúmenes). En realidad, el puesto de conducción es prácticamente idéntico al de un Golf.
Por su parte, también encontramos otros sistemas de equipamiento novedosos a destacar, como el sistema “Light Assist” (para los faros halógenos), que activa automáticamente las luces largas siempre que circulemos a más de 60 Km/h si las condiciones de la vía lo permiten y el “Dynamic Light Assist” (para los faros bixenón con iluminación dinámica en curva y luz de giro integradas) que mantiene siempre las luces largas y varía el alcance del haz de luz en función de las circunstancias. Este sistema “procesa” el entorno a través de una cámara integrada detrás del parabrisas y actúa en consecuencia (puede variar la intensidad de luz de cada faro de forma independiente).
Finalmente, por primera vez en el Touran ahora también tendremos la posibilidad de incorporar elementos como el techo panorámico de cristal, la cámara de visión trasera o el equipo de radio-navegación “RNS 315” con pantalla táctil, entre otros. Lamentablemente, la mayoría forman parte casi siempre de la dotación opcional.
Al igual que su predecesor, este renovado Touran contará con tres acabados denominados “Edition”, “Advance” y “Sport”. El primero y más básico ya incluye de serie elementos como el control de crucero, airbags de cabeza, laterales y frontales, aire acondicionado, radio CD con mp3, barras longitudinales del techo en negro y algunas de las ya habituales ayudas electrónicas a la conducción (ESP, ABS, EDS, ASR). El segundo añade entre otros, las llantas de aleación de 16”, las lunas traseras tintadas, la conexión “aux-in”, el volante multifunción, el sensor automático de luces y el climatizador bi-zona. Finalmente, el acabado más alto incorpora de inicio además, entre otras cuestiones, faros bixenón con luces diurnas tipo LED, llantas de 17”, barras del techo en aluminio, pantalla multifunción a color, volante de cuero, asientos deportivos, tapicería en Alcántara y el asistente de aparcamiento “Park Assist 2.0”.
Volkswagen todavía no ha anunciado los precios que tendrá el vehículo, pero todo apunta a que será algo más caro de inicio que su antecesor. Probablemente, el precio de la versión de acceso más básica en el momento de su lanzamiento (1.2 TSI Edition) esté rondando los 22.000 €.
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