Amigos del Museo Numantino rechaza el derribo de la iglesia de San Francisco de Almazán (Soria)

La Asociación de Amigos del Museo Numantino (AAMN) y arquitectos como Jaume Prat rechazan el derribo de la iglesia de San Francisco de la localidad soriana de Almazán, abandonada desde 1988 tras un sólo año de uso y que será demolida por el Obispado al considerar que en la actualidad no cumple su función y se encuentra muy deteriorada.

La Asociación de Amigos del Museo Numantino (AAMN) y arquitectos como Jaume Prat rechazan el derribo de la iglesia de San Francisco de la localidad soriana de Almazán, abandonada desde 1988 tras un sólo año de uso y que será demolida por el Obispado al considerar que en la actualidad no cumple su función y se encuentra muy deteriorada.

La Asociación de Amigos del Museo Numantino (AAMN), remitente de un comunicado recogido por Europa Press, o arquitectos como Jaume Prat apuestan por la restauración del templo, un conjunto de edificios vanguardista, aunque sí reconocen que la situación actual reviste peligrosidad.

En el caso concreto de Prat, ha creado un blog para dar a conocer la valía de la iglesia, una de las obras "más potentes" construidas en España en los últimos 25 años y cuyo proyectista, Javier Bellosillo, fallecido en 2004, dejó dibujados más de 2.000 planos para su definición.

Para una obra de tamaño parecido, "el mítico templo de Nuestra Señora de lo Más Alto de Le Corbusier", según el arquitecto, sólo hicieron falta 800 por lo que, a su juicio, el diseño de esta iglesia "es ya una historia que merece ser contada".

Para Prat, quien está recabando apoyos a través de Internet, el edificio "no llegó a cuajar jamás" y, "precariamente colonizado durante un año", se abandonó primero, "se vandalizó más tarde" y acabó vallado, "despojado de todo lo que no es estructural, en medio de un paisaje de hierbajos, de jeringuillas, de gatos muertos, de silencio. Recibe visitas fantasmales prácticamente a diario como lo demuestra la fecha de la basura tirada por el suelo".

Asimismo, destacó que los problemas que llevaron a su abandono podrían haberse subsanado ya que, aunque "como buen prototipo" tuvo fallos de goteras, chispazos en los interruptores y frío, todos ellos eran "fácilmente solucionables", a juicio de este arquitecto, quien reclamó la implicación de los vecinos.

"Que este edificio esté abandonado, se vaya a tirar, es preocupante", aseveró antes de considerar que "no todo está perdido" ya que el pasado 9 de febrero 20 personas visitaron las instalaciones.

Por su parte la AAMN también emitió un comunicado para que se replantee su derribo. "Ante la irreversibilidad que una acción de estas características conlleva por la pérdida del patrimonio artístico que supone, la AAMN propone al conjunto de la sociedad soriana y adnamantina, así como a los responsables tanto eclesiásticos como políticos, un período de reflexión y debate públicos que dé pie a distintas valoraciones y soluciones que se puedan plantear", concluyó.

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