Así, a través de un comunicado y en contra de las explicaciones dadas hoy por el director de Cogersa, Santiago Fernández, los ecologistas aseguraron que el "vertedero central de Cogersa no se acaba, entre otras cosas porque el Plan de Futuro contempla un nuevo vertedero de materiales inertes en la pagina 30".

Además destacaron que si se hace una incineradora precisa de un vertedero especial para las escorias y cenizas, que a su juicio difícilmente se podrá reutilizar en vista de que en Asturias se están vertiendo las escorias y cenizas de térmicas menos contaminadas.

Según datos de la coordinadora en el Principado el año pasado se llevaron al vertedero 434.629 toneladas de residuos urbanos de un total de 526.000 toneladas de ella se reciclaron solamente 52.286 toneladas. Por ello añadieron que si se pone una incineradora de residuos de 450.000 toneladas como pretende el Gobierno, se quemara el 85% de los residuos domésticos asturianos.

"En Asturias el año pasado se reciclaron el 10% de los residuos domésticos, una de las tasas más pequeñas de España, alejada de todas las obligaciones autonómicas y europeas", destacaron los ecologistas que añadieron que además la incineradora de Asturias sería la más grande de España para una de las comunidades más pequeñas .

Los ecologistas también pusieron en duda que la tramitación de la incineradora sea de 6 años, tal y como aseguró hoy Santiago Fernández, ya que afirman "es conocida la ligereza que utiliza el Principado para sus proyectos, recordando que la planta fallida de biodiesel del Musel se resolvió en 15 meses el tramite administrativo".

Los Ecologistas recordaron también las conclusiones del Simposium Medico sobre incineración y salud celebrado en San Sebastián, en el que se concluyó, entre otras cosas que la salud está íntimamente ligada al entorno y al medio ambiente y que las evidencias de patologías asociadas a incineradoras llevan un decalaje de 20 o 30 años (tiempo de latencia y acumulo hasta la aparición de enfermedades).

Según la coordinadora se concluyó además que desde el año 95 hasta el 2004 siguen apareciendo trabajos que asocian incineradoras y patologías o riesgos y que no es aceptable hablar de inocuidad de las incineradoras modernas, ya que siguen emitiendo los mismos tóxicos y muchos de ellos no tienen dosis mínima tolerable. "La incineración es una tecnología en retroceso en la mayor parte de los países avanzados", indicaron.

Por todo ello desde la Coordinadora consideran necesario como ya han hecho otras regiones, apostar por mejorar la eficacia de la recogida selectiva, reducir los volúmenes y producir con el resto compost de calidad, que a su juicio es hoy por hoy la alternativa con menor impacto ambiental y tecnológicamente mas desarrollada.