Esta tradicional fiesta surgió cuando los cuatro monaguillos del municipio, con motivo del Mes de los Difuntos, se pasaban todas las noches tocando las campanas de la iglesia y, para pasarlas mejor, el día 1 de noviembre pasaban por las calles pidiendo víveres a todos los vecinos con grandes cestas de palma, según ha informado el Ayuntamiento.

Dos monaguillos con una cesta por una calle y los otros dos por otra calle descargaban en la iglesia y se encaminaban a otra calle, hasta recorrer así todo el pueblo. Los vecinos les entregaban pan, chorizo y cualquier otra cosa que pudiera aportar y, con el tiempo, se convirtió en una tradición en la que participaban todos los niños del pueblo, primer acompañando a los monaguillos.

Hoy en día, los más pequeños de El Ronquillo recorren las calles del municipio desde primera hora de la mañana pidiendo nueces, almendras, castañas, caramelos, chicles, granadas, manzanas, naranjas, todos ellos productos típicos del Día de la Cachetía.

En concreto, los niños llaman a las puertas de las casas y entonan la canción tradicional: "Cachetía, tía, tía / como no me dé una nuez / le 'escarranco' la pared / Cachetía, tía, tía / como no me dé una castaña / me quedo aquí 'to' el día'.