Los nuevos iPhone 13 Pro de Apple pueden alcanzar una frecuencia de actualización de 120 Hz, algo que ya era posible en algunos teléfonos de Android. Esta característica está también presente en las pantallas de los últimos televisores y monitores que han salido al mercado.
Según prometen, las altas frecuencias de actualización dan una acción en pantalla más rápida y una imagen de mayor calidad. Dadas sus ventajas, esta singularidad se ha aplicado además en algunos juegos, para lograr reacciones y actualizaciones en la pantalla más rápidas.
En este post, explicaremos en qué consiste una frecuencia de actualización y qué peculiaridades hay que tener en cuenta y ventajas que ofrece.
¿Qué es una frecuencia de actualización?
Cuanto más alta es una frecuencia de actualización, más rápidamente se actualiza una imagen en la pantalla. El tiempo entre una actualización y otra se mide en milisegundos y, por otro lado, la frecuencia de actualización de la pantalla se mide en hercios.
Si en un dispositivo se hace referencia a la frecuencia de actualización de la pantalla, a lo que alude es a las veces por segundo que una pantalla puede proyectar un nuevo fotograma. Por lo tanto, en el caso de los iPhone 13 Pro que tienen una frecuencia de actualización de 120 Hz, se puede mostrar 120 fotogramas por segundo.
La velocidad de fotogramas y la frecuencia de actualización
Un aspecto a tener en cuenta es la limitación de las ventajas que una frecuencia de actualización de pantalla alta puede generar. Para ello, hay que fijarse en la frecuencia de fotogramas de lo que esté en pantalla.
Por ejemplo, en los gráficos de videojuegos o en los vídeos existen los fotogramas por segundo (fps). En el caso de las películas, generalmente se ejecutan a 24 fotogramas por segundo, y en los juegos pueden llegar hasta los 120 fps.
No hay que confundir la tasa de respuesta táctil con la frecuencia de actualización
Algunos fabricantes hacen referencia a la tasa de respuesta al tacto en las pantallas táctiles la cual también se mide en hercios. Esto puede dar lugar a confusiones, ya que una persona puede estar buscando una frecuencia de actualización alta y fijarse en la tasa de respuesta táctil.
En el caso de la tasa de respuesta al tacto, se busca que la pantalla táctil responda más rápidamente al toque con el dedo. Por lo tanto, los consumidores deben fijarse a qué se refieren esos hercios para tomar una decisión acertada y no equivocarse.
¿Cómo afecta la frecuencia de actualización a los móviles?
Los teléfonos inteligentes cada vez tienen más posibilidades. Son muchos los juegos o las aplicaciones de vídeos que están disponibles en estos pequeños aparatos. Por ese motivo, una frecuencia de actualización alta se trata de una característica que debe valorarse a la hora de adquirir un nuevo móvil.
No obstante, las ventajas no acaban allí, ya que esta singularidad también ofrece una navegación por la interfaz mucho más fluida. A pesar de ello, para obtener el máximo beneficio de una frecuencia de actualización alta en los teléfonos también se necesita una alta frecuencia en cuadros.
Aunque suene muy bonito, esta característica tiene sus desventajas, ya que actualizar la imagen en una pantalla más veces por segundo gasta más batería. Por esa razón, el consumidor también debe fijarse en la autonomía del aparato.
Asimismo, las altas frecuencias de actualización necesitan una mayor potencia de procesamiento para poder cargar gráficos más velozmente. Esta característica también tiene que tenerse en cuenta.
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