Los drones tienen las ventajas de alcanzar sitios inaccesibles, tomar fotografías, realizar vídeos aéreos e incluso localizar a gente desaparecida, pero viendo el lado negativo de las cosas buenas, son inservibles cuando hay tormentas y tampoco son útiles cuando están en tierra.
‘HUUVER’ es un taque volador autónomo, forma parte de NTT Data, mide 137 centímetros de largo por 84 centímetros de ancho y pesa 23 kilos.
Se trata del primer vehículo autónomo que está integrado por completo en la red de satélites Galileo, el sistema europeo de radionavegación y posicionamiento por satélite desarrollado por la Unión Europea a través de la Agencia Espacial Europea (ESA).
El dron posee dos sistemas de locomoción independientes, es decir, cuando está en el suelo se mueve como un tanque y cuando vuela utiliza las hélices colocadas entre las bandas de rodadura. En el momento que está en tierra, puede deslizarse con las bandas de rodadura por cualquier suelo -barro y nieve- y sobrepasar rocas.
El rasgo más destacable de HUUVER es que puede realizar un despegue vertical en cualquier momento para volar como un dron, además, las bandas de rodadura no afectan a su movilidad.
Por otro lado, si el usuario marca un punto en el mapa, el dron acudirá hasta allí rodando o volando. Cuando va por tierra consume menos energía, aunque tiene más autonomía que cualquier dron.
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