Científicos israelíes entrenan a seis peces de colores para que puedan conducir un coche

Un nuevo estudio publicado en Behavioral Brain Research informa que los investigadores de la Universidad Ben-Gurion del Negev en Beersheba (Israel) se propusieron analizar si seis peces de colores podían conducir sobre suelos terrestres gracias a un tanque sobre ruedas.

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En varias sesiones de 30 minutos apuntaron el taque hacia un objeto visual, así pues, recompensaban al pez con comida cada vez que lo alcanzara. Cuando registraron el número de veces que el animal golpeó al objetivo, cuánto tiempo tardó y hasta dónde llegó, vieron que los peces podían conducir por una superficie.

El tanque de agua está conectado a un aparato con ruedas y posee una cámara para que pueda rastrear el movimiento de los animales, asimismo, está dotado de un sistema informático que responde al movimiento del pez hacia las paredes del tanque para que el vehículo se dirija hacia una dirección determinada.

Los vídeos se compartieron en Twitter y se hicieron virales. Ronen Segev, coautor del estudio, señala en el documento que “el trabajo apoya una comprensión más amplia de cómo las especies se mueven a través de entornos que no son para ellas”.

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Además, añadía en su cuenta de Twitter que “estos resultados demuestran que el pez es capaz de transferirse a un entorno terrestre completamente diferente y navegar con éxito”. El estudio señala que los peces son capaces de aprender nuevos entornos y también pueden mejorar el cumplimiento de sus objetivos.

Por otro lado, el documento subraya que “los peces pueden conducir en tierra, un ecosistema que no han evolucionado para poder comprender o moverse con fluidez”. Este campo científico ha sido denominado como "metodología de transferencia de dominio" porque se trata de un estudio de cómo una especie animal puede navegar por el medioambiente de una forma distinta.

Los autores del artículo mencionan que “se necesitan más estudios para extender estos hallazgos a escenarios más complejos, como un entorno terrestre abierto. No obstante, los hallazgos sugieren que la forma en que se representa el espacio en el cerebro de los peces y las estrategias que utiliza pueden tener tanto éxito en un entorno terrestre como en uno acuático”.

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