Los sistemas de pago son cada vez más diversos y tecnológicos. Lo que hasta hace poco solo podía hacerse en efectivo o tarjeta, ahora se puede hacer con el móvil, con la mano e incluso con el reconocimiento facial.
Un ejemplo de ello es el que se ha aplicado en las estaciones de Moscú (Rusia) Desde el 15 de octubre de este año, los viajeros pueden pagar las tarifas de este medio de transporte con su propia cara a través del sistema Face Pay.
Esta tecnología se trata de un método de pago por reconocimiento facial que se ha aplicado en más de 240 estaciones rusas. El teniente de alcalde responsable de este transporte, Maxim Liksutov, explicó en un comunicado de prensa que Moscú ha sido la primera ciudad en implementar este sistema a una escala tan grande.
Asimismo, Liksutov aclaró que este Face Pay sería opcional. De este modo, el teniente alcalde tranquilizaba a los usuarios del metro, asegurando que no se eliminarán los otros sistemas de pago.
“Me gustaría enfatizar que Face Pay es solo otra forma de pagar los viajes -detallaba Liksutov-. La conexión al servicio es voluntaria solo si el pasajero considera que este método de pago es conveniente para él”.
Todos aquellos que a partir de ahora quieran emplear este método para moverse en Moscú, deberán vincular una foto, su tarjeta de crédito o débito y su tarjeta de tránsito a la aplicación del metro de la capital rusa.
A pesar de que sea sencillo registrarse, las autoridades moscovitas alertaron que el proceso podría tardar varias horas en finalizar. Por lo tanto, recomendaron que llevasen a cabo los pasos con anticipación.
Las críticas a Face Pay
A raíz del lanzamiento de este método de pago de reconocimiento facial, los defensores de la privacidad se han mostrado contrarios a su aplicación. A estos activistas les preocupa que el país use Face Pay para controlar a su población.
El fundador del grupo de derechos digitales y libertad de información Roskomsvoboda, Stanislav Shakirov, apuntó para The Guardian que la transparencia sobre el funcionamiento de Face Pay es totalmente necesaria.
“Nos estamos acercando a países autoritarios como China que han dominado la tecnología facial –opina Shakirov-. El metro de Moscú es una institución gubernamental y todos los datos pueden terminar en manos de los servicios de seguridad”.
Frente a estas críticas negativas, Moscú ha comentado que toda la información que el sistema recopila se encripta de manera segura y que las cámaras no leen rostros o datos personales, sino información biométrica.
No obstante, cabe destacar que Human Rights Watch aseguró que Rusia estaba usando cada vez más tecnología de reconocimiento facial sin regulación, supervisión o medidas de protección de datos.
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