Un proyecto que llevaba 14 años paralizado que pretendía unir África con Europa a través del Estrecho de Gibraltar que separa España de Marruecos ha vuelto a comentarse en una reunión del pasado lunes del Comité Mixto Hispano-Marroquí. El plan del que comenzó a hablarse en 1981 consiste en un túnel de unos 40 kilómetros que serviría de enlace entre ambos territorios.
La sociedad española encargada de los estudios del Proyecto de Enlace Fijo a través del Estrecho de Gibraltar, Secegsa, y su versión marroquí, SNED, habían apartado el tema de la mesa de diálogo en 2009. No obstante, los presupuestos destinados a Secegsa han hecho que se valore el relanzamiento de dicha megaconstrucción y han acordado elaborar una estrategia general y un plan de trabajo en un periodo de tres años.
El futuro túnel del Estrecho de Gibraltar
El objetivo del túnel es que se utilice para transportar pasajeros y mercancías entre dos terminales con trenes lanzadera para vehículos y camiones y trenes convencionales. Además, se ha planteado la posibilidad de que el proyecto también pueda usarse como gasoducto, es decir, para el transporte de gas.
La distancia de un punto a otro de la construcción será de un total de 42 km, de los cuales 38,7 serán del túnel propiamente dicho y el resto serán las estaciones terminales a cada lado. De lo que ocupe el túnel, se estima que 27,8 km será la parte submarina.
Gracias a la megaconstrucción, tanto Marruecos como España tendrán un gran impacto económico positivo, ya que se convertirán en un enclave estratégico de conexiones entre el continente africano y europeo. Pese al coste elevado inicial del proyecto, a la larga, el túnel proporcionará plataformas logísticas, zonas de trasbordo de la cadena de transporte, reducción de los costes de transporte, etc.
Antes de que el plan dejase de tenerse en cuenta, el Comité Mixto parecía encaminado a llevarlo a cabo. De hecho, varios expertos e instituciones científicas internacionales estudiaron la construcción de dicho enlace fijo en el estrecho.
Ahora, con la reactivación del proyecto, se estima que podría estar listo entre la década de los 2030 y de los 2040. Las paradas claves del túnel serían Punta Paloma, en Tarifa, y Punta Malabata, en la bahía de Tánger. Asimismo, se calcula que la profundidad máxima sería de unos 300 metros, con una mediante de, como mucho, un 3%.
La megacontrucción contaría con dos túneles de vía única, con unos 7,9 metros de diámetro de interior cada uno. Por otro lado, la galería de servicios sería de 6 metros de diámetro. Los tres espacios estarían conectados a través de pasadizos transversales a intervalos regulares de 340 metros, con 100 metros en la zona de parada de seguridad.
En su día, se barajó la posibilidad de recurrir al Cañón del Estrecho, con una distancia de solo 14 kilómetros entre las orillas de cada país. No obstante, la idea se desechó por tener una profundidad máxima de unos 900 metros.
Dado que el proyecto lleva parado 14 años, las nuevas decisiones que se tomen podrían propiciar a que la idea inicial de los años 80 varíe en algo. Sin embargo, sea como sea, el túnel se convertirá en una megaconstrucción importante, tanto para España como para Marruecos y también para sus continentes.
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