Las telecos reclaman de nuevo que las Big Tech paguen por la infraestructura de Internet y el Gobierno ahora les apoya

Esta es una antena de telefonía móvil 5G.
Esta es una antena de telefonía móvil 5G.
Pixabay
Esta es una antena de telefonía móvil 5G.

Desde hace varios años, una de las grandes reivindicaciones de las compañías de telecomunicaciones es que los gigantes tecnológicos paguen ‘su parte del pastel’ en lo que a infraestructura se refiere. Es decir: operadoras como Telefónica, Vodafone y Orange exigen a multinacionales como Amazon, Netflix o Google que financien el despliegue y mantenimiento de unas redes fijas y móviles que están siendo utilizadas en un porcentaje elevado por sus servicios.

Este debate no es nuevo, pero sí lo es que el Gobierno de España haya participado en él. Recientemente, la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, asistió a un foro organizado por las principales empresas de telecomunicaciones en Europa. Ahí se posicionó del lado de la postura de las ‘telecos’ y afirmó que se debe garantizar “la igualdad de condiciones” y que las Big Tech “también tienen que pagar o contribuir con su parte justa”.

Calviño aseguró que desde el Gobierno se apoya “fuertemente” este enfoque, “más realista”, ya que “tiene en cuenta nuevas realidades”.

Las declaraciones de Calviño venían propiciadas por una carta emitida el día anterior, el pasado 26 de septiembre, en la que los 16 primeros ejecutivos de las principales operadoras europeas aseguraban que están invirtiendo 50.000 millones de euros al año en Europa para poner en marcha y mantener las redes de telecomunicaciones. Concretamente hacían referencia al gasto en la construcción y el mantenimiento de redes 5G y de banda ancha de fibra.

Los directivos denunciaban, además, que esta situación se produce en un contexto que se ha complicado muchísimo debido tanto a la actual crisis energética como a los coletazos de la pandemia o los problemas en la cadena de suministro heredados de los últimos años. Y sobre esto ponían un ejemplo: los precios de los cables de fibra óptica se han duplicado en el primer semestre del año.

“En este contexto, el tema de garantizar un ecosistema sostenible para Internet y la conectividad es más urgente que nunca”, afirmaban las compañías en su carta.

Más de la mitad del tráfico mundial de Internet se realiza a través de seis empresas de Silicon Valley

Google, Facebook, Netflix, Apple, Amazon y Microsoft acumulan más de la mitad del tráfico mundial de Internet, según la Asociación Europea de Operadores de Redes de Telecomunicaciones (ETNO). La proporción aumenta hasta un 80% cuando se incluyen los gigantes de los juegos como el fabricante de Call of Duty, Activision Blizzard.

Una parte grande y creciente del tráfico de la red es generada y monetizada por las grandes plataformas tecnológicas, pero requiere una inversión y planificación continua e intensiva de la red por parte del sector de las telecomunicaciones”, decían el pasado año los mismos directores ejecutivos que firman la carta de este mes de septiembre en otro comunicado, visto por Reuters. “Este modelo, que permite a los ciudadanos de la UE disfrutar de los frutos de la transformación digital, solo puede ser sostenible si estas grandes plataformas tecnológicas también contribuyen de manera justa a los costos de la red”, añadían.

Así, las empresas de telecomunicaciones “están asumiendo por sí solas la inversión necesaria para hacer frente a la demanda de tráfico, financiando infraestructura a partir de los ingresos provenientes de los clientes finales”, dicen fuentes del sector. “Al mismo tiempo que esto sucede y se evidencian necesidades de inversión, la mayor parte del crecimiento del tráfico de datos en la última década ha sido impulsada por un pequeño número de proveedores Over-The-Top (OTT), con poca o ninguna contribución económica al desarrollo de las redes nacionales de telecomunicaciones, y que hoy representan más del 55% de todo el tráfico de red”, insisten.

Y concluyen que “mientras el crecimiento de los grandes OTT es exponencial, por el lado de las empresas de telecomunicaciones el crecimiento en los últimos tiempos no ha sido tal. Por tanto, una solución a este problema parece necesaria y coherente con el reciente compromiso de la Comisión Europea de desarrollar marcos adecuados para que todos los actores que se benefician de la transformación digital (…) hagan una participación justa y proporcionada y una contribución a los costes de los bienes, servicios e infraestructuras públicos”.

Una consulta europea y una inversión millonaria

Las ‘telecos’ han urgido a la Unión Europea en su última carta a tomar parte en su batalla: “La acción oportuna es imprescindible. Europa se perdió muchas de las oportunidades que ofrece Internet para el consumidor. Ahora debe fortalecerse rápidamente para la era de los metaversos”.

Y parece que ahora Europa está dispuesta al menos a escuchar la petición de las operadoras de telecomunicaciones: a principios de septiembre, el comisario europeo de Industria, Thierry Breton, anunció que lanzará una consulta el próximo año sobre si los gigantes tecnológicos deberán pagar. Insistió en que se tendrá que revisar la regulación de los 'GAFA' -Google, Apple, Facebook, Amazon- que, por ejemplo, utilizan el ancho de banda proporcionado por los operadores.

Un reciente informe de Bank of America avisaba de que, aunque hasta el momento el cable de cobre ha podido competir con la fibra óptica, el coste de explotar la segunda es menor y, por lo tanto, se tiene que potenciar el uso de esta. Así pues, las operadoras de telecomunicaciones europeas deberán invertir 45.000 millones de euros para sustituir sus redes de cable de cobre tradicionales por fibra óptica.

Fuentes del sector apuntan que, según los informes de ETNO, los operadores de red han invertido más de 500.000 millones de euros durante los últimos diez años en el desarrollo de sus redes de telecomunicaciones fijas y móviles en Europa.

Una vieja reivindicación de las grandes telecos

La queja de las operadoras es que en el mercado hay “un desequilibrio” porque hay “grandes tecnológicas que prestan servicios sobre Internet con un consumo de tráfico de red enorme y que no soportan el coste de lo anterior en una proporción razonable”, señala el abogado especializado en tecnología, Javier Prenafeta. “Creen que las Big Tech deberían contribuir de alguna medida a los costes de mantenimiento de la red por ser las grandes beneficiarias de esta”, continúa diciendo el experto de 451.legal.

Hay un estudio interesante de la consultora Axon Partners de mayo de este año que ha retomado el debate, y habla del impacto económico, de empleo, etc.”. “Ese estudio propone varias medidas para resolver esto, siendo la primera la imposición por ley de la negociación de acuerdos directos entre los operadores de Internet con cierto volumen y posición de control con las operadoras de telecomunicaciones, para que las primeras paguen una contribución proporcional para el sostenimiento de esos costes de red. Todo ello previo análisis y la supervisión de las autoridades reguladoras del sector. Eso se haría a nivel europeo, al igual que con la Ley de Mercados Digitales, que establece exigencias específicas a empresas que superen determinados umbrales o volúmenes, incluso aunque estén fuera de la UE”, explica Prenafeta.

Y prosigue: “Otras opciones que se proponen en el informe serían hacer un fondo de compensación que luego se repartiera o crear un impuesto nuevo que más o menos llevara a lo mismo. Pero el estudio dice que sería más complejo y generaría rechazo”.

Es decir, “ahora no hay un marco legal, tendría que adoptarse si se considera razonable la petición de las operadoras”.

Lo que dicen las Big Tech

Obviamente, las grandes empresas tecnológicas no están por la labor de cumplir con los deseos de las operadoras. Desde 20Bits hemos contactado con muchas de ellas, pero no existe actualmente un comunicado o postura oficial al respecto de esta polémica.

No obstante, algunas de ellas nos remiten a una nota publicada por la Asociación de la Industria de la Computación y las Comunicaciones (CCIA por sus siglas en inglés) en la que se afirma directamente que “la demanda de las empresas de telecomunicaciones de la UE por pagos de tráfico de red es fundamentalmente defectuosa”.

Aseguran que los propios clientes de las operadoras “ya pagan altas tarifas de suscripción” y que la petición de las ‘telecos’ se basa “en la noción errónea de que el déficit de inversión es causado por servicios que impulsan la demanda de una mejor calidad de red y una mayor velocidad”.

Añaden que “una investigación de Analysys Mason encontró que las empresas de tecnología invirtieron cientos de miles de millones de euros en infraestructura de Internet solo en el período 2014-2018”.

Los operadores ya están siendo pagados por sus clientes. Ahora parece que las empresas de telecomunicaciones quieren hacer una doble inmersión en un intento de hacer que los proveedores de contenido y servicios online paguen por el tráfico de Internet a pesar del compromiso de Europa de mantenerse neutral con respecto a la red”, insiste la CCIA.

Y hacen una comparativa con el sector energético: “Esto sería equivalente a que las compañías de energía intenten cobrar tarifas a los fabricantes de electrodomésticos por el uso de energía de las lavadoras, mientras que a los consumidores ya se les está cobrando la cantidad real de energía utilizada para lavar la ropa”.

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