A pesar de que los drones se usan normalmente para tomar fotografías desde el aire, también pueden cumplir con el papel de ser una arma para los militares. Se trata de algo bastante inesperado para aquellas personas que todavía no lo sabían, pero el ejército ha estado desarrollando medidas anti-drones para derribarlos a través de un bombardeo como si fuesen serpentinas.
Estos desarrollos tecnológicos presentan soluciones que incluyen desde granadas que lanzan redes de manera explosiva hasta láseres de largo alcance que pueden rastrear y atacar de manera inteligente a los drones.
Sin embargo, DARPA (la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa de los Estados Unidos) ha desarrollado otra alternativa para destruir a los drones gracias a la inspiración de un vídeo que refleja cómo se estrella un dron contra el suelo en un festival de música, tras atravesar una trayectoria obstaculizada por cañones de serpentina de confeti.
Esta vez, en lugar de emplear láseres, balas o redes, el último enfoque que se ha querido emplear para neutralizar las amenazas es hacer que estalle un conjunto de materiales fibrosos y fuertes para que se envuelvan sobre las hélices del dron para conseguir detenerlos. Dicha innovación es similar a una serpentina porque se esparce a medida que viaja por el aire.
Si estás preguntando qué tipo de beneficio presenta esta tecnología, debes saber que es más respetuosa con el medioambiente, más económica y segura. Por otro lado, es importante recalcar que la efectividad de esta medida depende de la proximidad del interceptor al objetivo previsto para llevar a cabo el disparo.
Actualmente, DARPA está trabajando con los servicios militares para hacer la transición de la tecnología a varios programas anti-drones.
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