El lanzamiento del cohete Vega C de Arianespace de la semana pasada y que llevaba a bordo dos satélites fue un fracaso y terminó cayendo en el océano. El vehículo estaba diseñado para ayudar en las misiones de exploración espacial a la Agencia Espacial Europea (ESA) y, tras el fallo que sufrió, se ha tenido que crear un comité de expertos independientes para que evalúen qué pudo ocurrir.
De momento, se desconoce cuánto tiempo estarán suspendidos los vuelos de Vega C. Antes del error de hace unos días, el cohete ya había tenido que permanecer en tierra más de un año, después de que se detectase un problema en julio de 2019.
Más adelante, en noviembre de 2020, un lanzamiento de Vega C fracaso por unos cables mal conectados en el sistema de control de la etapa superior Avum. El vehículo europeo volvió a alzar el vuelo en abril de 2021, pero la suerte no lo ha acompañado. Según SpaceNews, el fallo de la semana pasada es el tercero de los últimos ocho despegues del cohete.
Vega C fue construido por la empresa italiana Avio, operado por Arianespace y en colaboración con la ESA, para las misiones espaciales del continente. El martes pasado despegó desde la base espacial Kourou (Guayana Francesa) y en su interior guardaba los satélites Neo 5 y Neo 6, de Airbus.
El desprendimiento de la primera etapa del cohete salió según lo planeado, sin embargo, el problema llegó dos minutos y medio después del lanzamiento, cuando el equipo detectó una disminución de la cámara de presión en el motor Zefiro-40 en la segunda etapa. Fue entonces cuando el CNES decidió dar la orden de destrucción del lanzador.
Giulio Ranzo, director ejecutivo de Avio, comentó en una conferencia de prensa que su compañía se hacía cargo "de la responsabilidad de este fracaso de Vega C". Tras estas declaraciones, las acciones a Avio cayeron un 9,5%.
El vuelo de la semana pasada era la primera misión con carga útil comercial de Vega C. El 13 de julio, el cohete había completado con éxito su vuelo inaugural, donde transportaba un satélite LARES-2 de la Agencia Espacial Italiana. A pesar del último fallo, todavía se pretende contar con el vehículo para al menos 10 lanzamientos en 2023 y 15 en 2024.
Tras la suspensión de las operaciones con Roscosmos (agencia espacial rusa), la ESA ha dejado de usar los cohetes Soyuz de los que en gran parte dependía para sus misiones espaciales. Por ello, cohetes como Vega C o Ariane 6 se han vuelto imprescindibles y el fracaso del último lanzamiento ha hecho que los planes de la ESA se retrasen aún más.
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