Todo evento en el que participa genera una enorme expectación mediática. Cientos de medios cubren los actos a los que asiste, esperando el tiempo que sea necesario para captar una imagen suya o escuchar su discurso. Este lunes, Greta Thunberg ha querido aprovechar ese impacto que genera para desviar la atención hacia otros jóvenes, especialmente de países del hemisferio sur, que también han venido a la XXV Conferencia de las Partes de Cambio Climático de la ONU (COP25) en Madrid. 

"Hemos notado cierta atención mediática. Y creemos que es nuestra responsabilidad moral usar esta atención para dar voz a aquellos que necesitan contar sus historias", ha avisado la activista de 16 años al comenzar su intervención y antes de manifestar que se siente privilegiada porque de la suya se ha hablado muchas veces. "El impacto del cambio climático está afectando ya a mucha gente, que está sufriendo y muriendo hoy. Por eso hemos creado este evento, como una plataforma para compartir historias que deben ser contadas", se ha limitado a añadir. 

El acto ha empezado pasadas las 10.30 horas en el pabellón 4 de Ifema pero desde bastante antes los periodistas formaban una gran cola para poder entrar en la Sala Mocha, donde ha tenido lugar. 

Moderados por la activista de Fridays for Future Alemania, Luisa Neubauer, en el breve evento, que ha durado media hora, han intervenido jóvenes de Filipinas, Rusia, Estados Unidos, Uganda o Chile. Desde Filipinas, su representante ha alertado de cómo el cambio climático está afectando a su país, con fenómenos meteorológicos extremos como tsunamis. El chico ruso ha asegurado que no se van a rendir y que seguirán luchando pero que necesitan la ayuda de todos. La participante estadounidense ha señalado que la crisis climática "es algo más que una discusión de 1,5 grados" y la activista de Uganda ha criticado que, aunque África no genera "nada" de emisiones, es el continente que más está sufriendo el cambio climático y ha denunciado que las negociaciones de los líderes mundiales se estén realizando sin el punto de vista de esa zona del mundo.

La interviniente chilena ha recordado por su parte que debería ser su país el que estuviese acogiendo la COP25, habiéndose perdido una gran oportunidad para que el planeta mirase hacia el sur. "Vamos a seguir llenando las calles aunque suponga poner nuestra vida en peligro", ha indicado, en referencia a las protestas en las que exigen "una vida digna", la dimisión de la clase política y una nueva Constitución. Por esas revueltas el presidente, Sebastián Piñera, rechazó acoger la cumbre en Santiago, donde estaba prevista inicialmente. 

En el turno de preguntas solo ha habido tiempo para dos cuestiones y los periodistas han vuelto a dirigirse a Greta. "Es importante que escuchemos a los pueblos indígenas porque han visto vulnerados sus derechos. Ellos conviven en equilibrio con la naturaleza desde hace miles de años y tienen un importante conocimiento de lo que necesitamos", ha respondido.

La adolescente sueca también se ha acordado de estos pueblos durante una breve comparecencia que ha realizado ante los medios al finalizar el acto. La joven ha abandonado un momento la sala para miembros de ONG en la que se había resguardado tras el evento y se ha acercado a la prensa que la esperaba. Después de responder a varias preguntas en sueco para periodistas de su país, se la ha notado visiblemente abrumada ante la insistencia de seguir abordándola y se ha vuelto a meter en la sala de la que acababa de salir.

De allí se ha ido aproximadamente una hora después y finalmente no va a participar en el acto convocado por Unicef en el que se había anunciado que estaría presente.